Investigación revela que 7 de cada 10 niños menores de cinco años sufren de estos problemas.
Únete al canal de Whatsapp de WapaUna investigación realizada por la Universidad San Ignacio de Loyola y otros centros educativos reveló que los síntomas depresivos de las madres peruanas afectan el comportamiento de los niños menores de cinco años.
La investigación señala que siete de cada diez niños peruanos menores de cinco años son incapaces de gestionar sus emociones.
La causa de este comportamiento de los hijos fueron los síntomas depresivos moderados y severos de sus madres.
La depresión materna es un problema de salud pública, que define un período de tristeza o adinamia persistente asociado a síntomas cognitivos y somáticos severos durante el embarazo y el puerperio (período de tiempo que dura la recuperación completa del aparato reproductor después del parto, que suele durar entre cinco y seis semanas).
En todo el mundo, más del 10 % de las mujeres sufren depresión materna. Específicamente, en los países de medianos y bajos ingresos, una de cada cuatro mujeres ha tenido un episodio de depresión antes del parto, mientras que una de cada cinco mujeres sufrió depresión posparto en el 2016.
América Latina y el Caribe es una de las regiones en donde la prevalencia de la depresión materna oscila entre el 35 y el 50 %. En esta región, la falta de acceso a servicios de salud mental ocasiona que este trastorno persista en el tiempo y tenga consecuencias en el desarrollo infantil temprano.
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Los países con recursos limitados tienen mayor riesgo de tener madres e hijos con deterioro del desarrollo personal e infantil, lo que conlleva una mayor carga de enfermedades de salud mental y un aumento del gasto sanitario en estas patologías.
En el Perú, alrededor del 50 % de las madres tienen depresión y solo el 10 % recibe tratamiento para este trastorno, de acuerdo con cifras del Ministerio de Salud (2018).
Además, este trastorno genera un ambiente que impide el desarrollo personal materno y el desarrollo infantil, lo que se traduce en el deterioro de la calidad de vida de las madres y en un pobre desarrollo cognitivo de los niños.
Varios estudios reportan que los problemas emocionales y de comportamiento en los niños hacen que las madres desarrollen síntomas depresivos debido a la baja satisfacción conyugal, bajo nivel socioeconómico que impide la seguridad alimentaria del niño, exposición a eventos estresantes como problemas de sueño en el niño, falta de apoyo social y condiciones de salud desfavorables durante el embarazo.
Es por esta razón que el presente estudio sugiere desarrollar programas de educación materna, apoyo nutricional y estrategias de salud mental desde el primer nivel de atención, encaminados a reducir el riesgo de depresión en las madres y el bajo desarrollo infantil temprano, lo que podría reducir el riesgo de desarrollar trastornos de salud mental en la adolescencia y la edad adulta.