Increíble. Gemma Farquhar es una mujer de 37 años, que tiene dos hijas. Ella es australiana y comparte su historia a través de sus redes sociales.
La señora narra en Instagram cómo es su lucha contra el cáncer colorrectal fase cuatro y contó cuáles son los síntomas que nos tiene que poner en alerta para detectar a tiempo.
Gemma Farquhar conversó con la edición australiana del diario briátnico Daily Mail y señaló que cuando tenía 35 años le diagnosticaron la terrible enfermedad. Todo esto sucedió a fines de abril del 2020.
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Meses previos ya tenía vómitos y movimientos intestinales. Los diagnósticos médicos no le indicaban a ciencia cierta qué era lo que tenía. Los doctores le comentaron que podía ser una infección estomacal o presencia de parásitos estomacales.
Por esa razón, Farquha se sometió a la peritonectomia, que es considerada como la madre de todas las cirugías. Aquí se le corta al paciente en dos partes y luego se le extrae órganos plagados de cáncer. Es ahí cuando se dan cuenta que la enfermedad afectó a los pulmones y por ello le dieron un 14 % de posibilidades de sobrevivir. Luego, los doctores le dieron cinco años de vida y ya va por el segundo.
La australiana empezó con problemas serios en enero del 2020. Todo inició cuando le dolía mucho el estómago, luego de comer pizza en familia. Fue tanto la complicación que llegó a vomitar.
Lo mismo sucedió en marzo del mismo año, pero en esta ocasión sí quiso ir al doctor para ver qué era lo que sucedía. Lo curioso es que el médico le dijo que todo se trataría de una infección estomacal.
Por ello, Farquhar decidió hacerse una prueba más detallada. En ese sentido, se hizo un hemograma completo para que sea revisado por un gastroenterólogo y un alergólogo. El diagnóstico fue que era ‘problemas de digestión’.
Sin embargo, semanas después, tuvo nuevamente dolores fuertes en el estómago. Por ello, el gastroenterólogo pidió más pruebas de sangre y tomografía computarizada. Es aquí donde se diagnostica el cáncer colorrectal y una obstrucción en su intestino.
“Entré en estado de shock e incredulidad. Después de una noche inquieta y sin poder comer ni beber nada debido a la cirugía pendiente, me desperté el 25 de abril y me llevaron al quirófano. Estaba llorando y extremadamente temerosa de lo desconocido”, señaló la australiana.
Los médicos se dieron cuenta que el cáncer también afectó los ovarios y por ello lo consideraron en etapa cuatro.
Gemma Farquhar se sometió a quimioterapias intensivas, a una peritonectomia y quimioterapia intraperitoneal hipertérmica. En la última intervención mencionada, a la mujer le extirparon el peritoneo, el epiplón, el apéndice y 20 cm de intestino.
Le tuvieron que remover el útero, las trompas de Falopio, cuello uterino y dos ovarios tras hacerle una histerectomía radical.
Hoy por hoy, la ejemplar mujer contó que hay que tener en cuenta a los síntomas. Por ello, indició que es importante la “resiliencia, porque conoces a tu cuerpo para que sea tu propio defensor”.
Agregó: “Muy a menudo se detecta tarde, lo que impide una intervención temprana. Hay una falta de educación y conciencia al respecto. Necesitamos ser nuestros propios defensores y si algo no se siente bien, probablemente no lo sea”.