Con el paso del tiempo, tanto hombres como mujeres atraviesan por cambios hormonales que conllevan alteraciones en su ritmo de vida. Es bien sabido que la menopausia es un proceso súbito que marca el cese de la etapa fértil y afecta a todas las mujeres alrededor de los 50 años. Pero ¿y los varones?, pues ellos también pasan por una condición llamada andropausia que, a diferencia de la anterior, se desarrolla de forma progresiva, no se relaciona con la fertilidad y sus efectos pueden empezar a evidenciarse, en parte de la población, entre los 40 y los 55 años.
De acuerdo con el Dr. Ibrahín Echeverría, urólogo de la clínica Urozen, la andropausia se genera por la disminución paulatina en la producción de testosterona. A partir de los 35 años, los niveles de esta hormona decaen 1% cada año. Este descenso provoca alteraciones físicas y psicológicas que, según su intensidad, redundarán en la calidad de vida de los caballeros.
“A diferencia de la menopausia, la andropausia es un proceso que no se menciona a menudo. Muchos hombres no saben que pueden estar atravesando por ella o no hacen nada para controlar sus efectos”, agrega el profesional de la salud.
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En esa línea, el Dr. Echeverría brinda cuatro recomendaciones que permiten conocerla mejor:
1. Identificar los síntomas. Entre los más frecuentes se encuentran los cambios en el estado de ánimo, una mayor tendencia a la depresión e irritabilidad, la disminución del volumen y la fuerza muscular, la reducción de la actividad física, el incremento de la grasa abdominal, la falta de apetito sexual e incluso problemas de osteoporosis.
2. Controlar el peso y ejercitarse a diario. La obesidad, el colesterol elevado, así como la diabetes, las afecciones de la tiroides o el sedentarismo son factores que propician la aparición de los síntomas de la andropausia de forma prematura. Una alimentación saludable junto a una rutina de ejercicios mantiene, no solo la musculatura tonificada, sino que contribuye también la condición anímica.
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3. Restablecer los niveles hormonales normales. En la actualidad existen tratamientos para restituir la testosterona a valores fisiológicos. La terapia se suministra por vía oral, a través de parches o incluso pellets, que son dispositivos subcutáneos que liberan, de manera gradual, la cantidad que el cuerpo necesita. Cualquiera de estos procedimientos requiere la supervisión de un profesional, quien es el encargado de determinar si el caso lo amerita.
4. Visitar al especialista con regularidad. Frente a cualquier indicio es importante acudir al profesional, quien en base a una serie de preguntas y un análisis de testosterona podrá confirmar el diagnóstico y planificar el tratamiento.
“Por lo general, los varones que empiezan a sentir algunos signos los asocian con problemas originados por el estrés, la fatiga diaria o las preocupaciones y no les prestan atención debida. Es necesario cambiar el chip, pues hoy en día, la andropausia no tiene por qué afectar el desarrollo de una vida plena. Es importante buscar información y acudir a chequeos periódicos, ya que cuánto más pronto se tomen medidas, menor será el impacto de este proceso”, finaliza el galeno.
