La pérdida de cabello se ha incrementado considerablemente durante la pandemia en personas que han presentado cuadro grave de coronavirus, estrés por confinamiento, pérdida de trabajo o de un familiar.
Se nota la caída de cabello cuando estamos en la ducha o al momento de peinarnos. Muchos pacientes que han superado el coronavirus deben lidiar con las secuelas o complicaciones tras la infección por SARS-CoV-2, algunos padecen dolores o se agitan al caminar, pero al menos uno de cada cuatro pacientes refiere considerable caída del cabello tras haber superado el coronavirus. Una condición que puede aparecer incluso meses después del contagio.
Según la Dra. Karen Peláez Castro, dermatóloga del Centro Preventorio Oncológico Metropolitano de EsSalud, la caída excesiva de cabello en pacientes post COVID, es un efecto secundario debido a que la enfermedad genera estrés.
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“Se nos pueden caer hasta 150 cabellos al día de una manera natural o normal, pero en una caída de cabello patológica considerable estamos hablando del doble; es decir, se pueden caer hasta 300 cabellos al día. El paciente nota que al peinar o lavarse el cabello, se desprenden en mayor cantidad”, señaló la especialista de EsSalud.
Los pacientes que acuden a consulta por caída intensa de cabello se han incrementado en un 25%; es decir, 1 de cada 4 pacientes padece este problema tras haber presentado cuadro severo de COVID-19. La pérdida de cabello suele presentarse de dos a tres meses después de haber contraído la infección por coronavirus y se da con más frecuencia en mujeres, cuya edad fluctúa entre los 30 y 40 años.
A esa caída intensa de cabello se le denomina efluvio telógeno agudo, el mismo que suele presentarse también luego de otras enfermedades infecciosas, fiebre, en pacientes post parto, en aquellos que han ejecutado dietas extremas o han atravesado situaciones estrés post trauma como la pérdida de un familiar o del trabajo como efecto de la pandemia.
“El efluvio telógeno agudo es muy frecuente en la consulta dermatológica y más en mujeres; en varones vemos alopecia androgenética, conocida como calvicie. Cuando ese efluvio pasa los seis meses se vuelve crónico y podría estar asociado a enfermedades tiroideas, anemia, déficit de hierro u otras patologías con déficit de vitamina D o zinc”, indicó la dermatóloga del seguro Social.
La Dra. Peláez Castro agregó que esta caída se evidencia al momento de lavar o peinar el cabello y se puede asociarse a otros síntomas como picazón, ardor o dolor en el cuero cabelludo.
La dermatóloga manifestó que muchas veces, por temor, los pacientes dejan de lavarse el cabello o lo hacen de manera más espaciada lo cual es un error. Eso sólo producirá más seborrea lo cual, a la larga, debilitará el folículo piloso e incrementará la caída del cabello.
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Si el paciente ha tenido COVID-19, dos o tres meses previos a la pérdida de cabello, deberá acudir al dermatólogo para confirmar si es a causa de la infección por coronavirus o por otra patología.
La especialista recomienda no desesperarse. Si la caída del cabello es una consecuencia de la COVID-19, lo más probable es que sea temporal y que, en pocos meses, el cabello vuelva a crecer dado que no existe daño del folículo piloso.