El ministro de Salud, Óscar Ugarte, confirmó la presencia de la variante C.37 en el país, como lo señaló La República hace un mes. Esto después de que el Instituto Nacional de Salud (INS) y el Centro de Epidemiología hicieran estudios en 19 regiones, comprobando que la mutación del virus causando de la COVID-19 se halla en al menos 16 departamentos.
En conferencia de prensa, el titular de Salud detalló que el 80,7%, de las 623 muestras analizadas, corresponden a este linaje conocido como altoandino. “Ha superado a la P.1 o brasileña y la V-117 o inglesa”, detalló.
Explicó que la C.37 fue detectada por primera vez en noviembre, pero que tuvo una “presencia notoria” recién en abril de este año. En ese contexto, dijo que podría ser la responsable del pico de la segunda ola de la COVID-19.
“Probablemente es la causante de este pico que durante la segunda ola hemos notado, justamente entre finales de marzo y abril. En su momento pensamos que era la P.1 (brasileña), pero ahora parece más claro que podría ser debido a esta variante”, argumentó.
Acto seguido, anunció que se realizarán investigaciones complementarias con el objetivo de conocer si se trata de una variante que se expande con mayor rapidez o si es más letal, a diferencia de otras.
La variante C.37 también ha sido identificada en otros países como Estados Unidos, Chile, Brasil, Argentina, Ecuador, México, España y Alemania.
Tal como se conoce, el biólogo Pablo Tsukayama y su equipo de investigadores de la Universidad Peruana Cayetano Heredia detectaron, en la tercera semana de abril, la nueva variante denominada C.37.
En una entrevista que brindó a La República, el especialista afirmó que existía la posibilidad de que este linaje sea el causante de la segunda ola COVID-19 en el país. Sin embargo, poco después el Instituto Nacional de Salud (INS) aseguró que esta nueva presencia “no era de preocupación”.
El experto precisó que el linaje comparte la mutación ORFIa:3675-3677 con la variante brasileña, lo que lo convierte en peligroso e impediría que sea detectado en una prueba de PCR. “Es posible que muchas de las muestras identificadas como P.1 por el INS sean realmente C.37”, puntualizó también en su perfil de Twitter.
Por último, agregó que “el Perú tiene todas la condiciones para que aparezcan otras variantes. Y si no las hemos encontrado antes es porque no hemos estado mirando lo suficiente”.