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15 Dic 2020 | 13:25 h

¿Por qué debes usar mascarilla a pesar de vacunarte contra la COVID-19?

De acuerdo con losmédicos y científicos, las personas vacunadas contra la COVID-19 deberán esperar por lo menos un mes y medio hasta quedar protegidos del virus.

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    Una de las vacunas que ya ha demostrado eficacia contra la COVID-19 es la de Pfizer/BioNTech, que se distribuye en Reino Unido desde el lunes pasado. Se espera que se aplique desde diciembre en México, y en los meses posteriores en otros países de América Latina.

    Si crees que podrías abandonar la mascarilla de inmediato, viajar, y ver a todos los que no viste en casi un año de pandemia, médicos e infectólogos advierten que  la vida no volverá a la normalidad tan pronto, y que el uso de las mascarillas se prolongará.

    "Después de ponerte la vacuna, es necesario regresar a casa, mantener el aislamiento social, esperar la segunda dosis y luego esperar al menos 15 días para que la vacuna alcance el nivel de efectividad esperado", explica la bióloga Natalia Pasternak, presidenta del Instituto Questão de Ciência, de Brasil.

    "Incluso después, es necesario esperar a que una buena parte de la población ya esté inmunizada para que la vida vuelva a la normalidad", acotó.

    Tres motivos para usar mascarilla

    Tiempo para que el cuerpo reaccione

    El mecanismo general de funcionamiento de una vacuna es siempre el mismo: introduce una partícula en el cuerpo llamada antígeno.

    Este antígeno puede ser un virus desactivado (muerto), un virus debilitado (que no puede enfermar a nadie), una parte del virus, alguna proteína que se parezca al virus o incluso un ácido nucleico (como la vacuna de ARN).

    El antígeno provoca una respuesta inmune, es decir, prepara al organismo para enfrentar un intento de contaminación, para ser capaz de reconocer un virus y producir anticuerpos para combatirlo, argumenta el médico de enfermedades infecciosas Jorge Kalil, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Sao Paulo (FMUSP).

    La próxima vez que entre en contacto con ese virus, el cuerpo recordará cómo combatirlo y podrá enfrentar la amenaza de manera rápida y eficaz.

    Esta reacción se denomina respuesta inmune adaptativa y es específica para cada virus. "Es una respuesta que tarda al menos dos semanas", sostiene Natália Pasternak.

    "La primera respuesta inmune del cuerpo luego de la vacunación es la producción de anticuerpos, que se adhieren al virus y evitan que ingrese a las células del cuerpo y las use para producir más virus", explica Pasternak.

    Es decir, en una persona inmunizada, desde el momento en que el patógeno ingresa al organismo, se liberan anticuerpos que evitan la contaminación de las células.

    Sin embargo, existe un segundo tipo de respuesta inmune, llamada respuesta celular. "Son células, llamadas células T, que no se unen al virus, pero reconocen cuándo una célula está contaminada con el virus y la destruyen", sostiene Pasternak.

    Es decir, si un virus logra escapar de los anticuerpos y contaminar cualquier célula del cuerpo, las células T funcionan como "cazadoras" y destruyen las "células zombi", evitando que se prolifere más el virus en nuestro organismo.

    "La respuesta celular tarda un poco más que la respuesta de los anticuerpos, otra razón por la que la inmunización solo se completa unas semanas después de recibir la vacuna", explica, por su parte, Jorge Kalil.

    Después de recibir una vacuna, solo estás realmente protegido al cabo de unas pocas semanas, explican los científicos. Es como si el cuerpo necesitara tiempo para "procesar" la información y reaccionar de manera apropiada.