Horacio Olvera, un joven mexicano de 33 años, enfrentó la enfermedad de la COVID-19 hace casi 60 días. El paciente asegura que la práctica de la disciplina china del Tai Chi le ayudó a combatir esta patología, con la mente positiva y dejando atrás sus malos hábitos para comenzar con un estilo de vida saludable.
"Cuando me enteré que estaba infectado con el virus (SARS-CoV-2) pensé que iba a tener varias complicaciones, sin embargo no fue así, pues el practicar Tai Chi me ayudó a poder dormir y a calmar el estrés que surge a partir de que te dicen que eres positivo (por COVID-19)", manifestó Olvera.
Olvera, quien es experto en sistemas computacionales se encargó de acondicionar un lugar especial en su recámara para practicar y conectarse vía remota con el maestro Jorge Chiu, creador de la Fundación Chino-Mexicana de Wushu, en Ciudad de México.
"Toda esa energía que se mueve al realizar mis formas y la fuerza mental me ayudó a salir de esta enfermedad y a controlar la ansiedad, pues como seguía practicando esta disciplina pude regular mi mente, disminuir los síntomas y equilibrar mi cuerpo que luchaba contra el virus", argumentó.
Al ser consciente de su poca actividad física, su sobrepeso y sus malos hábitos alimenticios, Olvera Olvera asegura que las artes marciales se convirtieron en parte de su vida cuando decidió cambiar los malos hábitos.
"Cuando salí de la universidad tenía una vida sedentaria y eso me trajo múltiples daños al organismo. Tenía malos hábitos a la hora de comer y decidí buscar algo para activarme físicamente y que me ayudara también mentalmente, así fue como llegué al Wushu y luego al Tai Chi", señaló el joven.
Además, aseguró que presentaba problemas de ansiedad; sin embargo, no quería recurrir a medicamentos convencionales, por lo que acudió a la acupuntura y, posteriormente, a las artes marciales.
"En una ocasión que fui al consultorio del maestro Chiu, me llamaron la atención las actividades que realizan en la Fundación y decidí tomar una clase muestra; desde entonces, quedé maravillado con el sistema y me fui involucrando cada vez más", detalló. "Sin embargo, con la entrada de la pandemia a México y el confinamiento, tuvimos que adaptarnos y tomar las clases a distancia, esto no fue ningún impedimento; al contrario, continuamos con la disciplina", narró.
Las artes marciales fueron la salvación en muchos sentidos para este sobreviviente de la COVID-19, ya que le ayudaron a mejorar su calidad de vida, las malas prácticas y todos los hábitos negativos han quedado en el pasado, además sueña con transmitir sus conocimientos y habilidades acerca de esta disciplina a todas las personas que han sido infectadas en esta pandemia.
"El practicar Tai Chi me ayuda a mantenerme ecuánime y en mi centro para no sufrir durante esta nueva oleada (de COVID-19) y el confinamiento voluntario en el que decidimos mi novia y yo estar en las últimas semanas", explicó.
"Quisiera especializarme más, continuar con este estilo de vida y darle a conocer a las nuevas generaciones esta hermosa manera de vivir. Lo que más deseo es transmitir a los demás mis conocimientos y hacer que la cultura china prevalezca en México y el mundo", expresó el mexicano.