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03 Dic 2020 | 14:15 h

Estudio revela que beber dos o más tazas de té al día reduce cáncer ovario

Los expertos señalan que existe la necesidad de llevar a cabo estudios adicionales para confirmar las propiedades del té y susbeneficios contra el cáncer.

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    Beber dos tazas o más de al día puede reducir drásticamente el riesgo de contraer cáncer de ovario, asegura una investigación que fue esta semana en la revista "Archives of Internal Medicine".

    Dos especialistas del Instituto Karoinska de Estocolmo analizaron entre 1997 y 2004 los hábitos y la salud de un total de 61.000 mujeres, de las cuales dos tercios declararon consumir té frecuentemente.

    Los resultados al final de la investigación arrojaron que 301 de las participantes habían desarrollado cáncer de ovario.

    "Vimos que las posibilidades de contraer cáncer de ovario en mujeres que bebían dos o más tazas de té al día se reducía el 46 por ciento en comparación con aquellas que no lo bebían", aseguran las autoras del estudio, Susanna Larsson y Alicja Wolk.

    "Cada taza adicional de té al día se asociaba con el 18 por ciento menos de posibilidades de cáncer de ovario", agregaron.

    Sin embargo, ambas han advertido de la necesidad de llevar a cabo ensayos adicionales para confirmar sus hallazgos.

    Según datos de la Sociedad Americana del Cáncer, está previsto que este año se diagnosticarán unas 22.000 mujeres estadounidenses con cáncer de ovario

    El 80 % de los casos no son detectados a tiempo, por lo que unas 16.000 mujeres morirán de cáncer de ovario en 2025, según la citada organización médica. 

    Causas y síntomas

    Cada mujer tiene dos ovarios que se encuentran a cada lado del útero. El ovario es un órgano, por tanto, intrapélvico , con forma de almendra y una longitud máxima que oscila entre 2 y 4 centímetros. El cáncer de ovario es una enfermedad más frecuente en las mujeres postmenopáusicas, aquí te decimos las causa, los síntomas y el tratamiento de esta patología.

    Los ovarios desempeñan dos funciones importantes:

    La producción del gameto femenino (ovocito). Cada mes durante la ovulación el ovario libera un ovocito que viaja por la trompa (pequeño conducto que comunica el ovario con el útero) hasta el útero.

    La secreción de hormonas femeninas. El ovario es la fuente principal de estrógeno y progesterona que son las hormonas femeninas implicadas en varios procesos como la regulación del ciclo menstrual, el embarazo, el crecimiento de las mamas entre otros.

    En la menopausia los ovarios dejan de producir ovocitos y hormonas femeninas. 

    Datos epidemiológicos 

    Existen 3 tipos de cáncer de ovario: carcinoma epitelial, tumores de células germinales, tumores del estroma.

    La causa del cáncer de ovario continúa sin conocerse. Esta patología, como otros tumores malignos, se produce como consecuencia de una acumulación de alteraciones genéticas que causa un crecimiento y proliferación incontrolada de las células epiteliales, pero continúan sin conocerse el mecanismo o mecanismos que inducen dichas alteraciones. 

    Especialistas han identificado algunos factores que podrían aumentar el riesgo de la enfermedad:

    Existen algunas investigaciones que señalan que una dieta rica en grasa y la exposición al talco son factores de riesgo, sin embargo no se dispone de estudios concluyentes.

    En cambio si que se conoce la relación del cáncer de ovario con algunos factores hormonales y factores relacionados con la reproducción. Así, las mujeres que no han tenido hijos están más propensas de desarrollar la enfermedad.

    Por el contrario, el riesgo de padecer cáncer de ovario disminuye en aquellas mujeres que han empleado anticonceptivos orales.

    Alrededor del 20% de los cánceres de ovario son hereditarios, asociados en la mayoría de casos a mutaciones de los genes BRCA 1 y BRCA 2.

    Estos genes forman parte del grupo de "genes supresores de tumores" y contienen la información para la producción de unas proteínas implicadas en la reparación del ADN, por tanto en el mantenimiento íntegro del genoma.

    Parecen existir otros genes implicados, en mayor o menor grado, siendo considerado aun incierto el papel que tienen en el desarrollo del cáncer de ovario