El coronavirus aumenta en 30 % el riesgo de fallecimiento de los pacientes con cáncer activo o que están en proceso de tratamiento, ya sea por cáncer de mamá u otra tipología cancerígena, explica el Dr. Manuel Cotrina, director ejecutivo del departamento de cirugía en mamas y tejidos blandos del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN).
“Los estudios han demostrado que los pacientes que están con la enfermedad son los que presentan más complicaciones, ¿por qué? Porque el cáncer es una enfermedad crónica que baja las defensas, igual que los tratamientos que se dan”, explicó el doctor Cotrina al portal de la Agencia Andina.
Además, la complicación es mucho mayor cuando, además de tener la enfermedad activa o estar en tratamiento de cáncer, tienen diabetes, son hipertensos, están obesos o tienen una edad muy avanzada.
Mientras que en los pacientes que ya están en controles o que ya han superado la enfermedad “su riesgo de complicación es como de una persona que no tiene cáncer”, precisó.
El médico oncólogo contó que, inicialmente el INEN sería un hospital libre de COVID-19, debido al riesgo que enfrentarían los pacientes que no contraían el virus y se atendían ahí; sin embargo, al ver que muchas instituciones se negaban, se implementó una zona especialmente para aquellos que sí se infectaron.
“Hemos tenido muchos pacientes con cáncer y COVID-19. De forma general, la mayoría se ha recuperado y ha seguido su tratamiento, muchos asintomáticos también, pero sí hay un grupo pequeño que ha fallecido por ciertas complicaciones”, indicó el galeno.
Un cáncer detectado en una etapa temprana o subclínica tiene una alta posibilidad de curación, por el INEN recomienda la prevención.
En caso del cáncer de mama, se recomienda una mamografía y un examen clínico anuales a partir de los 40 años; y una ecografía anual y un examen clínico también anuales en caso de ser menores de 40 años.
“Se aconseja que los exámenes empiecen a partir de los 20 o 25 años no porque a esa edad tengan algo malo, sino para crear una conciencia de prevención”, aclaró el doctor. Cotrina.
“Si a una chica de 20 o 25 años la acostumbras a que todos los años se haga un estudio preventivo, cuando tenga más edad tendrá la iniciativa de ir una vez al año y eso hará que, si se detecta un cáncer en etapa temprana, tendrá mayor oportunidad de curarse”.
El INEN cuenta con un servicio de prevención, pero se dedica más al tratamiento de los pacientes con cáncer, por ello, para que se pueda abastecer ante la alta demanda aconseja hacer los chequeos preventivos acudiendo a un médico o ginecólogo en otro hospital o centro con servicios oncológicos, por ejemplo La Liga Contra el Cáncer.
Finalmente, en el proceso de descentralización para la atención del cáncer, en el país se han creado sedes de IREN (Instituto Regional de Enfermedades Neoplásicas) en el Sur, en el Norte, en el Centro y recientemente se ha inaugurado otro en Huancayo.