La evolución del ictus en las mujeres, por lo general, suele ser peor porque la alerta ante los síntomas llega más tarde. “Las mujeres no relacionan el dolor con un síntoma de infarto o ictus porque siempre tienen algo más importante que hacer que cuidarse a sí mismas”, señaló Almudena Castro, coordinadora de la Unidad de Rehabilitación Cardíaca del Hospital La Paz de Madrid, en España.
En este sentido, la especialista Castro afirmó que “el comportamiento de los factores de riesgo cardiovascular está más reconocido en los varones”, que suelen acudir a consulta acompañados, mientras que las mujeres lo hacen solas.
Para Castro, el principal problema en España es el sedentarismo, que produce obesidad, hipertensión, colesterol alto y diabetes. En cuanto a la dieta, la experta ha puesto en valor los beneficios de la comida mediterránea como parte de la cultura española.
Además, según Castro, en la actualidad el número de mujeres que se incorporan al hábito de fumar es mayor que el de hombres. “Hay cada vez más mujeres jóvenes con infartos y esto antes no se veía”, ha subrayado.
“Una de cada cinco mujeres tiene riesgo de sufrir un ictus a lo largo de su vida, pero este mensaje no tiene que ser pesimista porque se puede prevenir haciendo una vida sana”, ha explicado.
Según expertos de Mayoc Clinic, el ictus es un accidente cerebrovascular que ocurre cuando el suministro de sangre a una parte del cerebro se interrumpe o se reduce, lo que impide que el tejido cerebral reciba oxígeno y nutrientes. Las células cerebrales comienzan a morir en minutos.
Un accidente cerebrovascular es una emergencia médica, y el tratamiento oportuno es crucial. La acción temprana puede reducir el daño cerebral y otras complicaciones.
En el marco del Día Mundial de la Salud Mental que se celebra cada 10 de octubre, especialistas comparten algunas recomendaciones para tratar el estrés.
Las personas acostumbradas a la realizar muchas tareas tienen al estrés como compañero inseparable.
Una buena forma de lidiar con el estrés del día a día es realizar y aprender nuevas técnicas para relajarse (yoga, pilates, tai chi, entre otros), ya que éstas ayudan a disminuir el ritmo cardíaco y a reducir la presión sanguínea.
Realizar actividad física todos los días es la mejor y más fácil manera de combatir el estrés. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda practicar 30 minutos diarios de ejercicio físico para evitar problemas de salud, sobre todo en personas que toman anticoagulantes.
Practicar actividades que nos apasionan permite romper con la situación de estrés y alejarse de él, por lo que debemos encontrar un hueco a la semana para incluirlas.
En el caso de los pacientes anticoagulados, se recomienda una dieta cardiosaludable, baja en sal y rica en frutas, verduras y legumbres.
Aumentar la energía es el objetivo principal en épocas de estrés, cansancio y frustración. Por eso, debemos seguir un estilo de vida saludable, una alimentación adecuada y cuidarnos físicamente y mentalmente.
Con información de EFE.