El brote de la enfermedad del nuevo coronavirus ha traído consigo el miedo y la incertidumbre. Muchos padres se preguntan cuándo habrá una vacuna contra la COVID-19 y cómo aplicar las vacunas en los niños durante la pandemia.
Hasta la fecha hay más de 200 vacunas en distintos procesos de investigación en este momento, pero son 20 aproximadamente las que ya se encuentran en la fase de prueba en humanos.
Ninguna de ellas ha iniciado el proceso de investigación en menores, pero el laboratorio Moderna le confirmó a CNN que pronto comenzará.
Hasta el momento, no existen vacunas ni tratamientos específicos para la COVID-19. Científicos de todo el mundo están trabajando intensamente para desarrollar una vacuna contra la enfermedad. De hecho, se están elaborando de forma simultánea muchas vacunas diferentes, dos de ellas en fase avanzada.
Los investigadores también están buscando medicamentos que frenen la propagación del virus en el cuerpo y reduzcan los serios problemas respiratorios que pueden causar en pacientes enfermos. Pero incluso contando con los métodos más rápidos, cuando se trata de aplicarlos a los seres humanos para combatir una nueva enfermedad, los medicamentos deben someterse a pruebas que garanticen su seguridad y su eficacia.
Aunque la COVID-19 esté alterando nuestras vidas diarias, la respuesta es sí. Procura seguir la rutina de vacunación de tu hijo o hija en los servicios sanitarios que haya disponibles. Es importante que los menores de edad y los bebés mantengan al día sus vacunas porque les protegen de las enfermedades graves.
Eso significa que cuando tus hijos puedan volver a interactuar con otros niños, unos y otros estarán asimismo protegidos de otras enfermedades.
Si no tienes la certeza de que tu centro de vacunación esté funcionando como de costumbre, consulta a tu médico. Puesto que la situación de la COVID-19 varía cada día, puede que los profesionales sanitarios modifiquen el modo de atender a sus pacientes a medida que cambia la situación, recomienda la UNICEF.
Este brote nos recuerda lo valiosas que son las vacunas. Nos demuestra que cuando se dispone de vacunas para una enfermedad, debemos mantener al día el esquema de vacunación de nuestros hijos y el nuestro propio.
Sin la aplicación de las vacunas, las enfermedades se pueden propagar rápidamente y con terrible consecuencias. Por ejemplo, el sarampión y otras afecciones siguen siendo un riesgo constante. Somos afortunados de contar con la protección de vacunas contra estas enfermedades.
Las vacunas ayudan a educar a nuestro sistema inmunológico para que luche contra las infecciones. Para ello se introduce en el cuerpo la forma inactivada de un germen, sea una bacteria o un virus.
Al estar inactivado, el germen no puede enfermarnos. Por el contrario, activa el sistema inmune de nuestro organismo y produce las defensas llamadas anticuerpos. En adelante, si en alguna ocasión vuelves a coger el virus, tu sistema inmunológico ya sabrá cómo combatirlo.