La automedicación en medio de la lucha contra la pandemia del coronavirus se ha hecho cada vez más evidente. Estas medidas, asimiladas por algunos ciudadanos, ha sido rechazada por los especialistas de la salud.
En una reciente entrevista para Panorama, Ciro Maguiña rechazó tajantemente la automedicación, y adelantó que el Colegio Médico del Perú tomará medidas para evitar que ciertos productos se recomienden sin tener un estudio científico que lo respalde.
"No se recomienda para el uso humano. Es un blanqueador, es como tomar la lejía o ácido muriático (...) Hay gente que, por locura, por automedicarse, se puede morir", explicó el vicedecano del Colegio Médico del Perú con referencia al Dióxido de Cloro.
En ese sentido, sostuvo que a la fecha no existe estudio que demuestren que este producto pueda ser usado en humanos ni mucho menos que aplaque al nuevo coronavirus.
"No hay estudios in vitro que digan que el dióxido de cloro inhibe o que lo destroza a la COVID-19. Por lo tanto, se debe hacer prueba en los humanos. No hay medicina preventiva en el mundo. La automedicación lo condenamos", precisó.
"Toman hasta cochinadas, por eso (dióxido de cloro) ahora está de moda", añadió.
En esa línea, el médico Ciro Maguiña advirtió a los ciudadanos sobre el tipo de dosis y la forma como se administra los medicamentos, aún si estos no son recomendados por los especialistas.
"Cómo puede atreverse una persona, sin los estudios que demuestren el uso oral o enteral, a cometer un acto humano. Es importante tener cuidado con la dosis que uno administra y la forma que se administra", sentenció.
Son una extensa familia de virus que pueden causar enfermedades tanto en animales como en humanos. En los humanos, se sabe que varios coronavirus causan infecciones respiratorias que pueden ir desde el resfriado común hasta enfermedades más graves como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS).
Es la enfermedad infecciosa causada por el coronavirus que se ha descubierto más recientemente. Tanto este nuevo virus como la enfermedad que provoca eran desconocidos antes de que estallara el brote en Wuhan, China, en diciembre de 2019.