Luego de 18 días al cuidado del grupo de especialistas en Neonatología del hospital Edgardo Rebagliati del Seguro Social de Salud (EsSalud), el bebé Leónidas Ángel, que nació de una madre infectada con coronavirus, fue dado de alta hoy (29) en perfecto estado de salud.
Sus padres –los dos positivos a la COVID-19– lo bautizaron con esos nombres, pues consideran que su hijo, el cuarto de la familia Zelada Pajuelo, es un guerrero valiente, como el rey Leónidas de Esparta, el mítico héroe del desfiladero de las Termópilas.
El bebé llegó al mundo por cesárea, después de la cual fue ingresado en el servicio de Neonatología, a la espera de que su madre venciera al virus, y ante la imposibilidad de que algún miembro de su familia se quedara a cargo de él; en casa, todos se habían contagiado con el coronavirus.
La enfermera jefa de Neonatología del Rebagliati, Cecilia Grados, manifestó su satisfacción por la labor que realizó su equipo en el cuidado de Leónidas y detalló que el menor recibió una atención integral durante los 18 días que duró su internamiento, con toda la calidez que se ofrece a los recién nacidos.
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"Las enfermeras y todo el equipo le han dado mucho cariño y ternura, el resultado es que se va sanito y vamos a darle a la mamá todas las indicaciones para que pueda continuar en casa con las atenciones necesarias y con el asesoramiento de nuestro equipo de enfermeras", expresó Grados.
Tras 18 días en aislamiento, la madre del pequeño Leónidas Ángel, Beatriz Pajuelo, dio negativo en una nueva prueba rápida y pudo recibir el alta junto con su heredero, ahora sin representar ningún amenaza de contagio para él.
"Vine a dar a luz con la idea de salir con mi hijo luego de tres días, pero al ser diagnosticada por COVID-19 en el hospital, después del parto, tuve que dejar a mi bebé al cuidado de las enfermeras –recuerda Beatriz–; para mí fue bastante difícil y recién lo veo después de 18 días".
Con su retoño en brazos, la mamá asegura que nunca en su vida olvidará esta experiencia. “Pensaba que todo esto era un sueño, pero no, es algo real. Y ahora que lo tengo en mis brazos, es una gran alegría, no solo para mí, sino también para toda mi familia”.