Las autoridades de China confinaron el domingo a cerca de medio millón de personas cerca de Beijing, la capital, golpeada desde mediados de junio por un rebrote de coronavirus. Los dirigente de esa región describen como "grave y complejo" a esta nueva oleada de la pandemia.
El país asiático había contenido casi en su totalidad la epidemia, pero la aparición de unos 300 nuevos casos con COVID-19, en la ciudad desde hace poco más de dos semanas, aviva el miedo de un rebrote más agresivo.
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El municipio de Beijing ha emprendido una gran campaña de diagnóstico temprano, ha cerrado escuelas y ha pedido a sus habitantes que no salgan de la capital y confinado a varios miles de personas en zonas residenciales consideradas de alto riesgo por la pandemia.
Las autoridades locales informaron el domingo que el confinamiento del cantón de Anxin, situado a 60 kilómetros al sur de Beijing en la provincia de Hebei (norte), se hizo efectivo. Once casos relacionados con el brote epidémico de la localidad han sido reportados, recogió el diario Global Times.
De acuerdo con la nueva disposición, solo una persona por vivienda podrá salir una vez al día para comprar comida y medicamentos.
El ministerio chino de Salud reportó el domingo (28) 14 nuevos casos en Beijing en las últimas 24 horas, con lo que suman 311 desde el inicio de este nueva alerta de rebrote del coronavirus, detectado en el mercado mayorista de Xinfadi, en el sur de la ciudad, que suministra productos frescos principalmente a supermercados y restaurantes.
Hasta la fecha, se han tomado 8,3 millones de muestras y 7,7 millones han sido analizadas, informó el municipio.