Al tocarnos la cara —unas 23 veces por hora, muchas involuntarias, según un estudio— incrementamos de forma exponencial la posibilidad de contagiarnos del mortal coronavirus. Con el propósito de salvar vidas, ingenieros egresados de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) crearon un 'brazalete anticontagio', que emite un sonido de alerta y una vibración cuando las manos se están acercando al rostro para evitar el contacto.
Se sabe que existen dos formas de propagación del coronavirus: una es la cercanía a una persona contagiada (el virus ingresa por las vías respiratorias) y la otra cuando nos llevamos las manos a la cara (trasladamos el virus que está entre nuestros dedos a los ojos, fosas nasales o la boca).
“Según diversos estudios, tocarse la cara es la principal forma de contagio, ya que todos evitamos estar cerca de otras personas —con el distanciamiento social—, pero seguimos tocando objetos como el plástico y el acero, superficies donde el virus puede vivir varios días”, explicó Iván Robles, coordinador del grupo técnico de egresados de la UNI GT-Analytics.
“La gente está cumpliendo con el distanciamiento social; sin embargo, siguen los contagios, principalmente, por llevarse las manos al rostro. Un estudio del 2015, basado en observaciones a estudiantes de Medicina en Australia, determinó que, incluso ellos, no podían dejar de tocarse el rostro y llegaron incluso a hacerlo 23 veces por hora”, señaló Robles.
En diálogo con la Agencia Andina, comentó que este comportamiento involuntario responde a estímulos nerviosos que llevamos desde el vientre materno y por ello resulta casi imposible evitar.
No en vano, una de las medidas básicas contra el nuevo coronavirus, recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), es evitar tocarse la cara.
Fue así que surgió la iniciativa de un grupo de ingenieros egresados de la UNI —entre mecatrónicos, mecánicos, de sistemas y electrónicos— de desarrollar un dispositivo de bajo costo, accesible a todo el Perú e incluso el mundo, que impida el contagio por tocarse el rostro y nació el denominado 'brazalete anticontagio'.
El innovador proyecto, que emite un sonido y vibración similares a los que emite un teléfono móvil, fue desarrollado por el especialista electrónico Miguel Segovia y el ingeniero mecatrónico Carlos Miranda, junto a Robles; su precio en el mercado oscilaría entre 30 y 40 soles.
Sostuvo que para la fabricación de estos dispositivos requieren un permiso especial para poder comprar materiales, ya que el aislamiento social obligatorio, decretado por el Gobierno, impide el libre tránsito de las personas.
“Hemos tenido problemas con los materiales y hasta tuvimos que romper juguetes o quitar dispositivos de proyectos pasados para construir el brazalete”, comentó.
Robles refirió que el proyecto es financiado por algunas empresas que han aportado impresoras 3D y equipos tecnológicos avanzados, “pero nos encantaría, también, que el Estado nos ayude”.
Este salvoconducto solicitado por los ingenieros permitirá que estos jóvenes profesionales continúen con la construcción del dispositivo que, en su opinión, podría ayudar a frenar la propagación del coronavirus, en especial en los sectores más vulnerables.
Robles expresó su confianza en que el brazalete pueda ser "producido y distribuido, a gran escala, por el Estado peruano y sea un ejemplo de lucha contra el covid-19 en el mundo" y contribuir a "evitar miles de contagios y, de esa forma, a cortar la cadena de propagación".
“No tenemos la intención de patentar este producto, la idea es salvar vidas. Por ello, también pensamos elaborar un tutorial, que será difundido por redes sociales, para que las personas con ciertos conocimientos en mecánica puedan construirse un brazalete en casa”, puntualizó a la Agencia Andina.
Según la Sala Situacional Covid-19, del Ministerio de Salud, en el Perú hay 4,342 casos confirmados. Y en el mundo los infectados suman más de 1.5 millones.
(Información compartida de Andina)