La salud mental es igual de importante como salud física, por lo que es indispensable asistir con especialista para tratar el problema y posteriormente erradicarlo. Sin embargo, hoy en día estos se dan mucho más en los menores de edad.
De acuerdo a información brindada por el Ministerio de Salud (Minsa), sostienen que entre el 60% y 70% de los pacientes que se atienden en los servicios de salud mental del país son menores de 18 años gracias a los centros de Salud Mental Comunitaria que se encuentran más cerca de las familias.
Los problemas emocionales como la depresión y ansiedad, conductuales, de aprendizaje y de desarrollo, son los principales motivos de consulta, explicó el director ejecutivo de Salud Mental del Minsa, Yuri Cutipé.
En el caso de niños y niñas en edad preescolar la ansiedad es el más frecuente pues presentan dificultades para aceptar la separación de los padres, precisó el médico psiquiatra.
“Se rehúsan a quedarse en la escuela por el excesivo temor a ser abandonados por sus familiares. También tienen dolores de cabeza o estómago un día antes de ir a clases”, indicó.
En cambio, lo más frecuente en los escolares de primaria es la fobia social que les impide desenvolverse en exposiciones ante el público. Igualmente tienen problemas de conducta en clase, por lo que el colegio los deriva a un especialista para ser atendidos.
Asimismo, presentan dificultades en el aprendizaje por trastornos de déficit de atención o hiperactividad que los lleva a tener bajo rendimiento escolar a pesar de que su inteligencia es óptima, refirió.
Niños y niñas menores de 10 años, y entre la pubertad o adolescencia, con problemas de depresión, generalmente, asociados a violencia familiar, separación y/o divorcio entre los padres también llegan a los centros de salud mental comunitarios.
El uso excesivo de tecnología sea por internet o videojuegos, con características de adicciones, en niños, también es motivo de consulta, agregó Cutipé.
Los padres acuden a los servicios, preocupados porque sus niños o niñas tienen problemas de conducta, se rehúsan a hacer las tareas, no quieren jugar, ni dormir, ni comer y mucho menos socializar, indicó.
Adolescentes en extrema desesperación sin apoyo de su entorno familiar o comunidad, acuden a los servicios de salud mental comunitarios. Son casos delicados porque un problema los puede llevar al suicidio, expresó.
Cutipé recordó que las niñas y niños generalmente tienen problemas de salud mental porque viven en un contexto de conflictos familiares muy fuerte; mientras que en la adolescencia se presentan porque hay una brecha entre las expectativas que tiene por salir adelante, y las que le ofrece la sociedad.