Sabemos lo complicado que puede resultar despertar para iniciar con nuestras actividades diarias, por lo que al poner la alarma en el despertador o celular tenemos por costumbre prolongarlo 10 o 15 minutos más. Pero, ¿sabías que esta acción repercute en tu organismo?
Si, así como lo lees. Cuando se duerme permitimos que el cuerpo se recupere y se prepare para la nueva jornada de actividades, pero si esto se ve alterado, el organismo sufre las consecuencias.
Al realizar la acción de despertar y luego volver a dormir, inicias un nuevo ciclo de sueño y cuando este se interrumpe, confunde y cansa y más el cerebro. Por ello, cuando inicias el día lo haces más cansado.
Asimismo, Robert S. Rosenberg, director médico del Centro de Trastornos del Sueño en Prescott Valley, de Estados Unidos, explica al portal TN que esta costumbre provoca somnolencia persistente.
Esto significa que ralentiza la capacidad para tomar decisiones; hay un deterioro en la memoria y, en general, se ve perjudicado tu rendimiento, esto debido a que se interrumpe el sueño.
“Apagar la alarma y volver a dormir ralentiza tu capacidad para tomar decisiones; hay un deterioro en la memoria y, en general, se ve perjudicado tu rendimiento”, sostiene el especialista.
Para evitar ello, el experto explica que existe una solución sencilla. Lo que se tiene que hacer es evitar este mal hábito y que cuando suena se debe optar por levantarte. Sabemos que esto puede ser una tarea difícil de realizar, pero si lográs repetir esta acción durante 66 días ya lo vas a convertir en un hábito y no te supondrá tanto esfuerzo.