El asma es una enfermedad que provoca que las vías respiratorias se hinchen y se estrechen, provocando que se presenten sibilancias, dificultad para respirar, opresión en el pecho y tos. Por ello, es importante diagnosticarlas a tiempo y llevar un tratamiento adecuado.
Cabe mencionar que, alrededor del asma existen muchos mitos, los cuales pueden incidir de manera negativa en el tratamiento. Asimismo, resaltar que esta enfermedad no tiene cura, por lo que debe ser controlada de manera adecuada.
En ese sentido, el neumonólogo Marcos Hernández, señala al portal TN, algunos puntos clave sobre los mitos y verdades en referencia a esta enfermedad. ¡Atenta y toma nota!
Falso
“Se trata de una enfermedad física que conduce al desarrollo de hiperreactividad de la vía aérea (obstrucción bronquial) a partir de desencadenantes como los irritantes respiratorios. Ahora bien, en este proceso, además del aparato respiratorio y del sistema inmunitario, están involucrados el sistema endócrino y nervioso. Se trata de una enfermedad de origen multifactorial y heterogénea que no puede limitarse del entorno psíquico, social y ambiental”, explica el especialista.
Verdadero
“El estrés psicológico puede generar síntomas en una persona que ya tiene asma, por lo que controlar estas situaciones puede ayudar consecuentemente a visualizar una mejora en algunos pacientes. No obstante, los pacientes asmáticos necesitan un tratamiento respiratorio específico para lograr adecuado control de la enfermedad”, añade.
“Existen miedos en relación con la enfermedad, la angustia y preocupación que genera la palabra "asma", entendida como aquella patología que genera siempre cuadros asfixiantes e incapacitantes y desconociendo que también puede manifestarse a través de síntomas leves, como silbidos en el pecho de manera aislada, tos o sensación de falta de aire que se auto limita. Y, sobre todo, desconociendo que con tratamiento se logra una vida sin limitaciones ni síntomas en la gran mayoría de las personas”, sostiene.
Verdadero
“Los síntomas de ansiedad o de ataques de pánico a veces pueden confundirse con asma, y algunos síntomas de asma pueden confundirse con alteraciones emocionales como la ansiedad o la angustia. Por eso resulta fundamental la evolución respiratoria y la valoración objetiva de esos episodios a través estudios diagnósticos, fundamentalmente la espirometría, que permite objetivar obstrucción bronquial”.
“También existen creencias erróneas sobre la medicación que generan miedo a los pacientes, como que los corticoides inhalados y broncodilatadores producen adicción, problemas cardíacos o aumento de peso de manera significativa, finaliza el experto.
En tanto, el último 7 de mayo se llevó a cabo la celebración del Día Mundial del Asma, una fecha en la se busca concientizar sobre importancia de diagnosticar esta enfermedad y llevar a cabo un tratamiento adecuado para el bienestar del paciente.