No hay duda que mantener un cuerpo saludable, nos debemos mantener bien alimentados. Sin embargo, debemos tener cuidado con algunos productos alimenticios, ya que su consumo, o en exceso, puede provocar que los niveles de colesterol aumenten.
También llamada lípido, es una sustancia cerosa y parecida a la grasa que se encuentra en todas las células de su cuerpo. El hígado produce colesterol y también se encuentra en algunos alimentos, como carne y productos lácteos. Asimismo, el cuerpo necesita algo de colesterol para funcionar bien, pero tener demasiado colesterol en la sangre aumenta el riesgo de enfermedad de las arterias coronarias, sostiene la Biblioteca Nacional de Medicina de los EE. UU.
Existen dos tipos de lipoproteínas, una combinación de grasas (lípidos) y proteína. Los lípidos necesitan unirse a las proteínas para poder moverse en la sangre. El HDL y el LDL tienen funciones diferentes:
- HDL (lipoproteínas de alta densidad). A veces se le llama colesterol "bueno" porque transporta el colesterol de otras partes de su cuerpo a su hígado. El hígado luego elimina el colesterol de su cuerpo.
- LDL (lipoproteínas de baja densidad). En ocasiones se le llama colesterol "malo" porque un nivel alto de LDL lleva a una acumulación de colesterol en las arterias.
Por ello, si partimos de la base de una persona que tiene los niveles de colesterol alto, por el cuidado de la salud de las personas, deberán modificar su dieta y evitar o reducir el consumo de algunos alimentos, según señala el portal Cuídateplus. ¡Atenta y toma nota!
La leche tiene un alto nivel de grasas saturadas, las cuales juegan un papel esencial en la subida del colesterol. Por ello, se debe sustituir los productos enteros por lácteos semidesnatados o desnatados enriquecidos con vitaminas liposolubles.
Las carnes rojas (ternera, buey, cordero), son ricas en colesterol y grasas saturadas. Por este motivo, los especialistas del IMEO recomiendan que, además de no abusar de su consumo, es conveniente elegir cortes magros y eliminar toda la grasa visible posible.
“Además, la técnica que empleemos para cocinar también es importante, por lo que deberemos elegir aquellas que no le aporten excesiva grasa extra”, explica Sergio Caja, doctor en biología molecular del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC).
Estos productos que son muy consumido puede convertirse en una bomba de tiempo. Esto debido a que tiene exceso de sal, tienen elevadas proporciones de grasas saturadas y colesterol por lo que no resultan óptimos si lo que queremos es reducir los mismos.
En la mayoría de casos los productos con altas concentraciones en azúcar lo son también en grasas saturadas y trans. Asimismo, cuando hay abundante azúcar en el torrente sanguíneo, el efecto del colesterol LDL (conocido como colesterol malo) es más agresivo.
Este alimento es muy saludable; sin embargo, la yema contiene un alto porcentaje de colesterol, mientras que la clara está exenta y, por tanto, se ha recomendado la eliminación de la yema en la dieta de los individuos con el colesterol elevado.
El colesterol alto no presenta síntomas. La única forma de detectarlo es mediante un análisis de sangre. Por ello, es importante que las personas se realicen un análisis.