Las enfermedades se hacen presente el cualquier momento, por el cual es importante llevar una buena alimentación, realizar actividades deportivas y, por supuesto, realizarnos chequeos médicos preventivos cada cierto periodo.
De acuerdo al último reporte Globocan 2018 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Perú registra al año 4,103 nuevos casos de cáncer de cuello uterino al año. Una cifra alarmante entre la población.
Pero, ¿qué es y cómo se desarrolla esta enfermedad? El cáncer de cuello uterino se desarrolla a partir de células anormales de la superficie del cuello del útero. La mayoría de casos es causada por el Virus del Papiloma Humano (VPH), el cual se contagia por vía sexual y se aloja en los genitales de la mujer. Es una infección muy frecuente que no genera síntomas en sus inicios.
Por ello, en el marco del Día Mundial Contra el Cáncer de Cuello Uterino, el doctor Manuel Villarán, subdirector científico de Oncosalud, aclara las dudas, rumores y mitos del cáncer de cuello uterino difundidos por páginas no oficiales y sin el aval de un médico. ¡Atenta y toma nota!
La forma más eficaz prevenir el cáncer de cuello uterino es a través de la vacuna contra el VPH, que se aplica en nuestro país. Se recomienda vacunar no solo a las niñas sino también a los niños, ya que previene las infecciones por el VPH que pueden causar cáncer de ano, recto, boca, garganta y pene.
Las vacunas siguen demostrando ser seguras y eficaces en la prevención de infecciones, entre ellas del virus del papiloma humano.
Se recomienda la vacuna como un instrumento para evitar que más personas lleguen a tener cáncer. No existe ningún estudio científico en el mundo que encuentre una asociación entre retraso mental y la vacuna del VPH (o cualquier otra vacuna). Según la Sociedad Americana Contra el Cáncer, más de 270 millones de dosis fueron administradas en el mundo, incluyendo 100 millones de dosis en los EE.UU. Los estudios reafirman la seguridad de la vacuna.
El papanicolau no está diseñado para detectar la presencia del VPH, sino cambios en las células del cuello uterino y es necesario complementarlo con otros dependiendo de la edad y si la mujer ya tuvo actividad sexual. En la población entre 30 a 50 años que sí tuvieron relaciones sexuales se recomienda el Test Molecular de VPH, dado que si hay presencia del virus la mujer se encuentra en alto riesgo. En caso sea positivo, es necesario realizar una prueba de citología líquida para determinar si hay cambios celulares y hasta precancerígenas.
El cigarro cuenta con sustancias químicas cancerígenas que afectan al fumador y a las personas que lo rodean. Estas sustancias afectan no solo al pulmón sino a otros órganos, debido a que las sustancias son absorbidas a través de los pulmones y conducidas a todo el cuerpo por el torrente sanguíneo.
Las fumadoras tienen aproximadamente el doble de probabilidades respecto a las no fumadoras de padecer cáncer de cuello uterino. Se realizaron estudios en mujeres fumadoras y arrojaron subproductos de tabaco en la mucosidad cervical: estas sustancias dañan el ADN de las células en el cuello uterino y pueden contribuir al origen del cáncer del cuello uterino. Además, el cigarro hace que el sistema inmunitario sea menos eficaz en combatir las infecciones por VPH.