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22 Mar 2019 | 9:14 h

¿Sabías que dormir de más los fines de semana te hace subir de peso?

Los hábitos de sueño poco saludables pueden influir en tu salud.

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    Debido a las largas jornadas de trabajo y las actividades diarias que se realiza, no se duerme las horas adecuadas. Por ello, los fines de semana, en sus días de descanso, optan por dormir más y así tratar de recuperar el sueño perdido; sin embargo, este hábito puede influir en el peso corporal.

    De acuerdo a un estudio científico publicado en febrero de 2019 en Current Biology, señala que recuperar el sueño perdido de golpe tampoco favorece la pérdida de peso. Pero, ¿cómo se llegó a esta conclusión?

    El grupo de científicos dividió a 36 hombres y 36 mujeres sanos en tres grupos y les asignó diferentes requerimientos de sueño en un período de 10 días, las cuales fueron divididos de la siguiente manera:

    Grupo 1:  debía dormir 9 horas por día sin romper este hábito.

    Grupo 2: debía restringirse a 5 horas por día. A los investigadores se les ocurrió investigar los efectos de intentar recuperar el sueño los fines de semana.

    Grupo 3: debía restringirse a 5 horas por día en días de semana, pero podían dormir todo lo que quisieran los fines de semana.

    Tras este seguimiento los científicos descubrieron que el tercer grupo enfrentaba mayores consecuencias para su salud. Es así que, los dos grupos que no dormían lo suficiente tenían consecuencias en el peso.

    “Una de las cosas que nosotros descubrimos, y que otros han descubierto en el pasado, es que, cuando las personas no duermen lo suficiente, tienden a comer más, en parte porque su cuerpo está quemando más calorías. Pero lo que pasa es que las personas comen más de lo que necesitan y por eso suben de peso”, menciona Vsevolod Polotsky, director de investigación del sueño en la Universidad Johns Hopkins.

    Asimismo, El investigador indicó que las personas que dormían lo más que podían volvían a sus horarios sin insuficiente sueño, su cuerpo tenía más dificultades para regular el azúcar en la sangre.

    El estudio encontró que el tercer grupo mostró un incremento en su sensibilidad a la insulina en sus músculos e hígado. Este resultado no fue diferente en el segundo grupo, que tenía horarios regulares de sueño restringido.

    “Los horarios de sueño cortos, insuficientes, conducen a una dificultad para regular el azúcar en sangre e incrementan el riesgo de síndrome metabólico [aumento de la presión arterial, azúcar alta en sangre, exceso de grasa corporal y niveles altos de triglicéridos] a largo plazo”, explica.