¡A abrazar se ha dicho! Un estudio científico acaba de revelar que un buen abrazo ayudaría a eliminar el estrés y en algunos casos, minimiza los síntomas de enfermedades como el resfriado común.
La investigación realizada por un grupo de especialistas de la Universidad de Carnegie Mellon (En Pensilvania, Estados Unidos), liderada por el doctor en psicología Sheldon Cohen decidió entrevistar a 404 personas haciéndoles encuestas sobre el tipo de apoyo que recibían de sus familiares y el estado de ánimo.
En realidad, se quería determinar la cantidad de abrazos que las personas recibían y daban al día. Los datos se recogieron en diferentes encuentros realizados durante dos semanas.
Después de pasar por el primer paso, también les contagiaron un resfriado y los pusieron en cuarentena. A continuación, decidieron monitorizar la evolución de la enfermedad en el organismo y los resultados asombraron a muchos.
Las personas que abrazaban más a sus familiares y amigos, tuvieron una recuperación mucho más rápida.
Después de contrastar los resultados, los científicos descubrieron que todas las personas que son abrazadas por sus familiares o amigos, minimizan en gran cantidad la carga de estrés y hasta llegan a hacerse más resistentes a los virus.
“Esto sugiere que ser abrazado por una persona de confianza puede actuar como una forma eficaz de transmitir apoyo y que, además, el aumento de la frecuencia de los abrazos podría ser un medio eficaz para reducir los efectos nocivos del estrés”, indica el director del estudio científico.
Los investigadores demostraron que gracias al contacto físico, se siente a nivel psicológico una increíble sensación de intimidad y apoyo por parte de la otra persona, lo que reflejaría de manera positiva sobre nuestro cuerpo.
“Sabemos que las personas que experimentan conflictos con otros, o tienen tensión, son menos capaces de luchar contra el virus del refriado. También hemos aprendido que las personas que tienen apoyo social están parcialmente protegidos contra el estrés, la depresión y la ansiedad.”, indica el científico.
Entonces Wapa ya lo sabes, ¡no dejes nunca de abrazar!