Muchas mujeres sabemos que la lactancia es uno de los momentos más especiales y únicos entre una mamá y su bebé, que estimula y fortalece el vínculo afectivo entre ambos. Lo que poco se conoce es que la leche materna actúa como un escudo protector en el organismo del recién nacido, favoreciendo sus sistema inmunológico, previniendo así la aparición de muchas enfermedad. ¿No lo sabías? A continuación, te explicamos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que la leche materna promueve el desarrollo sensorial y cognitivo del menor, y lo protege de enfermedades infecciosas y crónicas.
Además, su ingesta tiene la capacidad de reducir la tasa de mortalidad infantil, provocada por padecimientos comunes como la diarrea o neumonía. De igual manera, es beneficiosa para la madre ya que puede disminuir el riesgo de cáncer ovárico y mamario.
Por otro lado, Carmen Rosa Dávila, directora ejecutiva de Neonatología del Instituto Nacional Materno Perinatal (INMP) señala que la leche materna sería tan similar a una vacuna que debido a sus propiedades puede ayudar a prevenir enfermedades tales como diabetes, obesidad, neumonía, desnutrición y anemia.
“Esa leche exclusiva y única dentro de los primeros seis meses de vida, garantiza el desarrollo y crecimiento en peso y talla del bebé, pero también potencia las habilidades e inteligencia del niño”, aseguró.
En el caso de aquellas madres que trabajan, la experta explica cuáles son los pasos que se debe seguir para una correcta extracción de leche, y son los siguientes:
1. Lavarse bien las manos con abundante agua y jabón, para la propagación de las bacterias.
2. Haciendo movimientos circulares, masajear suavemente los senos, con el objetivo de estimular el fluido de la leche.
3. Poner los dedos debajo del seno haciendo una “C”, y luego presionar ligeramente, no fuerte.
4. Colocar la leche dentro de un envase de vidrio para una mejor conservación.
5. Refrigerar el recipiente y colocar fecha y hora de extracción.
6. Entibiar en baño maría antes de darle al bebe.