¿Has notado que la GASEOSA parece más fresca y sabrosa cuando la bebes de una botella de vidrio? Un científico explicó por qué ocurre este fenómeno.
Únete al canal de Whatsapp de Wapa¿Has notado que el sabor de la gaseosa parece más fresco y agradable cuando la bebes de una botella de vidrio en comparación con una de plástico? Muchas personas comparten esta percepción, y algunos incluso prefieren consumirla en envases de vidrio, ya sea retornable o no, solo por el gusto que les genera.
Este fenómeno no se limita simplemente a la preferencia personal de cada individuo; de hecho, tiene una explicación científica. Para entenderla, La República consultó al químico Luis Espinoza, de la Universidad Cayetano Heredia.
Según Espinoza, el sabor de un alimento puede cambiar por dos razones: la falta de un ingrediente o la contaminación con otro compuesto. En el caso de la soda en botellas de vidrio o plástico, ambos escenarios pueden presentarse.
En cuanto al primer caso, el químico señaló que el sabor de una soda se debe principalmente a su efervescencia. El dióxido de carbono (CO₂) es un gas esencial en este proceso, ya que intensifica el sabor, el aroma y aporta acidez a la bebida. Sin embargo, el plástico no es un material impermeable, lo que permite que las moléculas se filtren en mayor cantidad que en un envase de vidrio, afectando la efervescencia y, por ende, el sabor de la soda.
Respecto al segundo caso, Espinoza mencionó que las botellas de plástico pueden contener acetaldehído (CH3CHO), un compuesto químico que puede difundirse hacia el contenido del envase, alterando su aroma y, por consiguiente, su sabor. Este fenómeno se explica por la influencia del olor en la percepción del sabor, donde el aroma de los alimentos determina en gran medida su gusto.
En resumen, la preferencia por el sabor de la soda en botellas de vidrio se debe a la menor permeabilidad de este material en comparación con el plástico, así como a la posible presencia de compuestos químicos en las botellas de plástico que pueden alterar el aroma y, por ende, el sabor del contenido.