Una mujer de 63 años dio a luz en Brasil tras haber pasado por la menopausia y una ligadura de trompas, sorprendiendo a la comunidad médica.
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Un caso que desafía todos los límites biológicos ha captado la atención de la ciencia y los medios: una mujer de 63 años sorprendió al dar a luz a su tercer hijo, pese a haber pasado por la menopausia y una ligadura de trompas. Este nacimiento entra en la categoría de embarazos postmenopáusicos, un fenómeno poco común pero documentado en la literatura médica. El sorprendente hecho reabre el debate sobre el alcance de la fertilidad en edades avanzadas y los desafíos médicos que implica.
La historia de Beatriz Bárbara ha sorprendido a Brasil y al mundo entero. A sus 63 años, esta mujer oriunda de Minas Gerais se convirtió en madre por tercera vez, tras recurrir a un tratamiento de fecundación in vitro con un óvulo donado y el esperma de su esposo, Éder, de 35 años. El nacimiento se produjo en marzo y rápidamente captó la atención de la comunidad médica.
El caso de Beatriz, quien ya tenía dos hijos adultos de 40 y 42 años, generó debate entre los especialistas debido a los múltiples factores que hacían improbable un embarazo a su edad. No solo había atravesado la menopausia, sino que además se había sometido a una ligadura de trompas años atrás. “Ya había pasado la menopausia y me había hecho una ligadura de trompas. Así que la posibilidad de tener un hijo era casi imposible para mí”, contó.
El pequeño Caio llegó al mundo contra todo pronóstico y se encuentra en buen estado de salud. La experiencia fue recogida en el ciclo de reportajes “Prazer, Renata”, conducido por la periodista Renata Ceribelli y transmitido por Globo, donde Beatriz narró su testimonio con emoción.
A raíz de esta historia, Infobae consultó a médicos y especialistas en fertilidad para analizar los riesgos y posibilidades de los embarazos en edades avanzadas, así como el impacto físico y emocional que implica para la madre y el recién nacido.
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Al formar una familia junto a Éder, su esposo 29 años menor, enfrentó muchas críticas, pero ninguna la hizo retroceder. “Dicen que es egoísmo. Que vamos a morir, que nos van a extrañar, que vamos a dejar a nuestros hijos sin madre. Pero desconocemos los planes de Dios; como me dio este bebé, nos va a permitir vivir juntos mucho tiempo. Y creo que esto incluso será un motivo para cuidarme mejor, cuidar mi salud y vivir más tiempo", aseguró.
Lejos de ver su edad como una limitación, Beatriz reflexiona con madurez sobre lo que significa realmente envejecer. “Durante mucho tiempo, pensé que envejecer significaba bajar el ritmo, detenerse, abandonar la escena. Pero hoy, eso ya no tiene sentido. El concepto de viejo es lo que se ha vuelto viejo", expresó.
La periodista Renata Ceribelli, quien presentó su historia en el programa “Prazer, Renata”, la describió con admiración: “Esta es Beatriz. Una mujer de 63 años que representa con claridad la revolución del envejecimiento que estamos viviendo hoy. Se casó con Éder, 29 años menor que ella, y decidió ser madre después de haber criado a dos hijos, haber pasado por la menopausia y haberse realizado una ligadura de trompas”.
El caso de Beatriz Bárbara ha puesto nuevamente bajo la lupa los alcances de la medicina reproductiva. ¿Cómo puede una mujer que atravesó la menopausia y tenía las trompas ligadas quedar embarazada? La respuesta está en un procedimiento ya conocido, pero no exento de controversia: la fecundación in vitro (FIV).
El doctor Fabián Lorenzo, especialista en medicina reproductiva y actual vicepresidente de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMeR), explicó a Infobae cómo funciona esta técnica: “La fecundación in vitro, técnicamente, es un procedimiento de medicina reproductiva donde, en el laboratorio, se unen un óvulo con un espermatozoide, se transforma en un embrión y se coloca en el útero de la mujer que va a buscar un embarazo. Y esto puede ser con óvulos propios, cuando la mujer puede producirlos, o con ovodonación, y es donde hay un grupo de mujeres que cumplen condiciones como donantes, en donde se fertiliza ese óvulo donado con el semen del esposo, de la paciente o de un banco de semen, y se transfiere en la mujer. Se prepara previamente el endometrio para que sea receptivo y concluir con el tratamiento".
Este procedimiento, cada vez más utilizado por mujeres que postergan la maternidad o enfrentan dificultades para concebir, permite que muchas parejas logren formar una familia, incluso en condiciones biológicas adversas, como las que presentaba Beatriz.