Expertos advierten sobre la inestabilidad del terreno, mientras las autoridades buscan soluciones para un barrio que enfrenta el riesgo de colapsar. Este fenómeno ha afectado a más de 60 familias.
Únete al canal de Whatsapp de WapaEn un vecindario de Lima, la rutina diaria se ha visto alterada por el inesperado colapso del suelo, transformando lo que era un barrio tranquilo en un lugar marcado por la incertidumbre.
Las viviendas inclinadas, grietas en las calles y parques dañados han pasado a formar parte del panorama cotidiano, generando temor entre los residentes ante la posible pérdida de sus hogares.
El progresivo hundimiento del terreno ha alarmado a los vecinos, quienes observan cómo sus propiedades y espacios comunes se deterioran con el tiempo. Las imágenes revelan casas con profundas fisuras y áreas hundidas, mientras que los parques también muestran signos de deformación. Este inquietante fenómeno plantea una pregunta clave: ¿cuáles son las causas detrás de esta situación?
El hundimiento que afecta al vecindario de Limatambo tiene sus orígenes en un pasado poco conocido. Según un residente de la zona, en el pasado, este lugar funcionaba como una cantera de extracción de rocas y materiales para la construcción.
Tras finalizar estas actividades, el terreno fue rellenado de manera inadecuada, utilizando materiales poco apropiados, incluidos desechos y basura, lo que impidió una correcta compactación del suelo.
Con el tiempo, los terrenos fueron vendidos, y las viviendas se construyeron sin conocimiento de la fragilidad del suelo. Además, la situación se agravó con la rotura de desagües en el área, que generaron inundaciones y debilitaron aún más la estabilidad del terreno. Estos factores, sumados al paso del tiempo, han resultado en el progresivo hundimiento que hoy pone en riesgo al vecindario.
Este fenómeno no solo ha impactado la infraestructura del vecindario, sino también la vida cotidiana de sus residentes, quienes viven con el constante miedo de perder sus hogares. Muchos se han visto obligados a desalojar sus propiedades debido al alcance de los daños, mientras que otros intentan resistir y mantener algo de estabilidad. Las familias afectadas enfrentan una situación de gran vulnerabilidad, sin certezas sobre si podrán recuperar la seguridad de sus viviendas.
Además, el hundimiento ha provocado un creciente sentimiento de abandono entre los vecinos, quienes perciben la falta de una respuesta efectiva por parte de las autoridades. La incertidumbre domina el día a día, mientras los residentes claman por acciones urgentes que puedan prevenir un colapso total en la zona.