El ex delantero de la selección de Brasil se manifestó sobre su actual vivencia en las favelas de Brasil. Reveló que recuerda con mucha nostalgia a su padre.
Únete al canal de Whatsapp de WapaAdriano Leite fue uno de los mejores delanteros que tuvo la selección de Brasil a finales de la década del 2000 e inicios del 2010. Su potencia y capacidad goleadora hicieron que emigre rápidamente al Inter de Milán, en donde se convirtió en figura.
Sin embargo, el 'Emperador' terminaría alejándose del fútbol a temprana edad debido al infortunado fallecimiento de su padre. Según comentó el propio jugador en entrevistas posteriores, perdió la inspiración de seguir en el 'Deporte Rey'.
A sus 42 años, Adriano decidió compartir una desgarradora carta en donde repasa aspectos actuales de su vida. Lejos de los flashes de las cámaras de televisión, vive en una las más peligrosas de Brasil, Vila Cruzeiro, en donde menciona que disfruta su día a día.
"Sé lo que se siente ser una promesa, incluyendo una promesa incumplida. El mayor desperdicio del fútbol: yo. Me gusta esa palabra porque estoy obsesionado con desperdiciar mi vida. Estoy bien así, en un desperdicio frenético. Disfruto de este estigma", expresó.
Pese a que en reiteradas ocasiones ha sido acusado de consumir drogas y de haber participado en actos delictivos, Adriano se defendió de ello. Señaló que convive con personas que se han convertido actualmente en su familia.
"No tomo drogas, como intentan demostrar. No me gusta el crimen, aunque podría haberlo hecho. No voy a discotecas. Siempre voy al mismo lugar de mi barrio. Bebo cada dos días, sí. Y los otros días también. Bebo porque no es fácil ser una promesa que sigue en deuda", subrayó.
Adriano señaló que una las cosas que más disfruta en la favela es Vila Cruzeiro es tener paz. Menciona que puede desarrollar sus actividades como una persona normal y que eso le devuelve su esencia.
"Emperador en Europa. ¿Cómo se explica? No lo entendí hasta hoy. Lo único que busco en Vila Cruzeiro es paz. Aquí camino descalzo y sin camiseta, sólo con pantalones cortos", destacó.
"Juego al dominó, me siento en el cordón de la calle, recuerdo mi infancia, escucho música, bailo con mis amigos y duermo en el suelo. Sólo quiero estar en paz y recordar mi esencia", agregó.
Finalmente, reveló que recuerda con mucha nostalgia a su padre. "Veo a mi padre en cada uno de estos callejones. Por eso sigo volviendo aquí. Aquí me respetan verdaderamente. Aquí está mi historia. Vila Cruzeiro no es el mejor lugar del mundo. Vila Cruzeiro es mi lugar", concluyó.