Luego de que el Congreso eligiera a Gonzalo Ortiz de Zevallos Olaechea como nuevo miembro del Tribunal Constitucional, el expresidente Martí Vizcarra decidió disolver el Congreso, un suceso político que causó gran conmoción en el país.
Vizcarra dijo que ante la denegación fáctica de la cuestión de confianza y en respeto irrestricto de la Constitución Política del Perú, decidió disolver constitucionalmente el Congreso y llamar a elecciones de parlamentarios de la República.
El mensaje de la Nación televisado en vivo a nivel nacional, sorprendió a la ciudadanía cuando el entonces jefe del Estado denunció las "argucias y trampas políticas" esgrimidas por parte del Congreso, entidad a la que acusó de estar "divorciada de la voluntad de los peruanos".
"Es claro que la obstrucción y blindaje no cesan y no habrá acuerdo posible", sostuvo. Asimismo, aseguró que su decisión está dentro de sus facultades contenidas en la Carta Magna.
También dijo, en su momento, que el cierre del Parlamento busca dar una solución democrática y participativa a un problema que el país viene arrastrando hace más de tres años, dando fin a esta etapa de entrampamiento político que ha impedido que “crezca al ritmo de sus posibilidades".
Vizcarra refirió además que esperaba que esta medida excepcional permita que la ciudadanía se exprese y defina en los próximos comicios el futuro de nuestro país que "está haciendo historia y este momento lo recordarán las siguientes generaciones".
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"Cuando lo hagan espero que recuerden la magnitud de esta lucha, que es contra uno de los males endémicos que tanto daño le ha hecho al Perú y que no le ha permitido crecer como se merece y como nos merecemos todos los peruanos", indicó.
De manera inmediata, luego del anuncio de la disolución del Parlamento, el pleno del Congreso de la República aprobó suspender a Martín Vizcarra como presidente de la República por el plazo de un año.
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Y con una votación unánime de 86 punto a favor, cero en contra y cero abstenciones. Los 86 parlamentarios aprobaron la Moción de Orden del Día N° 10651, que declaraba la incapacidad temporal del Presidente de la República por, según el documento, propiciar la ruptura del orden constitucional.
Posteriormente, el Congreso, a través de su titular, convocó de inmediato a la vicepresidenta Mercedes Aráoz para que asuma la presidencia de la República. Sin embargo, solo un día después, la parlamentaria decidió renunciar a su cargo y declinar de la encargatura de la Presidencia de la República.
