Tras salvar vidas juntos durante 40 años, el nuevo coronavirus acabó con la de ellos. Esta es la historia de Adriana Cheble y Gustavo Salemme, una pareja de médicos que murieron con tan solo una semana de diferencia tras dar positivo a la COVID-19.
Su hijo Matías, fruto de este matrimonio, narró cómo fueron los últimos días de sus padres en Córdoba, Argentina. La historia de amor, que ni la muerte logró separar, ha dado la vuelta al mundo.
Gustavo, de 67 años, era especialista en Diagnóstico por Imágenes y médico laboral; Adriana, de 62, médica clínica y auditora médica. Ambos enfrentaron al virus en la primera línea de defensa desde que empezó la pandemia en su país.
Lamentablemente, como sucedió con muchos trabajadores de la salud, el matrimonio contrajo la enfermedad. Primero se infectó Adriana, después Gustavo; pasaron días y su salud se fue deteriorando, hasta que él falleció el viernes 9 de octubre y ella, el viernes 16.
“Al principio se aislaron en su casa. Después, como empezaron con insuficiencia respiratoria, se internaron en el Hospital Privado, donde trabajaba mamá”, recuerda Matías acerca de lo que ocurrió el viernes 25 de setiembre.
Al enterarse que sus padres se contagiaron de COVID-19, Matías se encargó de su cuidado. “Mi hermana está embarazada y mi hermano menor, como vivía con ellos, también se contagió. Fui el único de la familia que no se tuvo que aislar”, enfatiza.
Su papá entró en terapia intensiva y lo siguió su mamá. “Mis viejos estaban casados hace 40 años. Nacieron para estar juntos y se fueron juntos. No podía suceder de otra forma”, finalizó.