El Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) no dudó en abrir una investigación por el presunto acto de discriminación hecho por la surfista Vania Torres Olivieri durante un contenido publicitario que se viralizó en sus redes sociales.
La entidad estatal expresó que la Secretaría Técnica de la Comisión de Fiscalización de la Competencia Desleal se encuentra a cargo de este caso, en el cual se estaría "contraviniendo, entre otros el artículo 18 de la Ley de Represión de la Competencia Desleal".
“Inducir a los destinatarios del mensaje publicitario a cometer un acto ilegal o un acto de discriminación u ofensa por motivo de origen, raza, sexo, idioma, religión, opinión, condición económica o cualquier otra índole”.
A través de la plataforma Alerta Racismo, del Ministerio de Cultura, se pronunció en rechazo de este contenido publicitario, para el cual, indican, se utilizó la técnica "brownface" la cual "refuerza la caricaturización de las mujeres indígenas, que parte de una construcción racializada relacionada a su origen andino".
"Esta caracterización reproduce una serie de estereotipos relacionados con las mujeres andinas, lo que tiene un impacto negativo en su percepción e influye en la creación de imaginarios que afectan sus dinámicas sociales (acceso al trabajo, educación, salud, etc)", se lee la plataforma en su cuenta de Twitter.
Como se recuerda, la surfista fue acusada de racismo luego que compartiera en sus historias de Instagram una serie de videos donde se se mostraba caracterizando a una mujer andina, para lo cual se había pintado el rostro de una manera exagerada. Luego, procedía a limpiar su maquillaje con un producto de la marca Bioderma.
Tras las acusaciones en su contra, Torres Olivieri expresó que jamás tuvo la intención de denigrar a la mujer andina y sostuvo que se había "caracterizado" de esa forma como parte de un taller de actuación que cursa.
"Este fue un ejercicio actoral. En ningún momento fui racista ni quise denigrar a nadie. Este ejercicio fue hecho con mucho respeto y era una escena dramática de una obra peruana. Sé que es un tema muy delicado que nos ha hecho mucho daño y nos lo sigue haciendo... Sé que ver la escena fuera de contexto puede llevar a malos entendidos y por eso pido mil disculpas", acotó.
A través de un comunicado, la marca cosmética para el cuidado de la piel se pronunció deslindando responsabilidad tras este acto.
"Diners Club rechaza el tipo de contenido vertido en dicha publicación. Los estereotipos discriminatorios no tienen cabida en nuestra organización", sentenciaron.