Durante el crecimiento de los niños, primero, cuando son bebés gritan y lloran para expresar sus emociones, a medida que van creciendo ellos continúan haciéndolo, pero con un nivel más intenso, pues ya pueden caminar, hablar y ejercer mayor fuerza en su manera de expresarse.
Aunque parezca extraño los berrinches pueden ser positivos si es que no salen de control. Pues, estas acciones significan mucho para el aprendizaje y crecimiento de un niño.
Por un tema de salud mental que no solo lo necesita él sino tú también ambos necesitan llegar a un punto de control y equilibrio. Para lograr esto debes tener mucha paciencia y ponerle límites.
Definitivamente, no necesitas llegar a los gritos para calmar su estado de rebeldía. Por el contrario, esto solo empeorará las cosas y el ambiente se volverá muy tenso.
Lo ideal es mantenerse relajada y calmada. Sé que es difícil de lograrlo porque a veces los gritos y llantos fuertes pueden sacar de control o estresar demasiado. Pero debes hacer un esfuerzo por mantenerte tranquila.
Definitivamente, un abrazo puede calmar a un niño en su estado de berrinche. Pues, gracias a un pequeño abrazo que dure entre 20 a 30 segundos puedes lograr que él contenga sus emociones y poco a poco reduzca su intensidad.
El abrazo es una herramienta fundamental para transmitir seguridad, confianza y demostrar amor. Con esto puedes lograr que tu hijo evite hacer daño a alguien o así mismo y valore más a los seres que más lo quieren.