El daño que puede causar el televisor en los bebés es importante, pues durante su primer año de vida ellos recién están desarrollándose, cualquier detalle o elemento negativo podría traerle consecuencias en el futuro.
Estudios revelan que un bebé no debe sentarse frente al televisor, aunque parezca inofensivo, esto podría perjudicar su salud mental y conducta.
Los pediatras se oponen a los programas dirigidos para niños menores de dos años, incluso si este están compuestos por imágenes de muñecos, dibujos, juegos, etc.
La OMS también está en contra de que los bebés permanezcan frente al televisor y cualquier pantalla electrónica. En el caso de los niños de 2 a 4 años solo recomiendan el uso del televisor de una hora.
La OMS recomienda que los bebés deberían hacer actividad física, movimiento y no quedarse estáticos en un solo espacio, mucho menos sentados frente al televisor.
La televisión puede provocar que el niño no pueda dormir tranquilamente en la noche. Es decir, puede afectar sus horas de sueño, provocando una rutina de sueño o alimentación interrumpida.
La Academia Estadounidense de Pediatría (APP) menciona que ninguno de los programas de televisión o videos promueven la educación de los menores ni nada de lo que muchos señalan. En realidad, retrocede su nivel de capacidad cognitiva.
Asimismo, también señala que los dos primeros años de vida del recién nacido son importantes para su desarrollo cognitivo y conductual. A esa temprana edad, el niño no es consciente de lo que ve ni tiene comprensión mental.