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18 Feb 2020 | 13:17 h

Jefferson Farfán y Melissa Klug: Los únicos perjudicados son sus hijos

En conversación con la psicoterapeuta Liliana Tuñoque, nos explicó que los menores hijos de la fallida relación absorben todo el problema, por lo que perjudicarían su estabilidad emocional.

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    wapa.pe

    Jefferson Farfán y Melissa Klug se separaron el 2016 pero sus peleas aún remecen al Perú. Ellos pasaron del amor al odio en un instante y lo hacen notar en cada oportunidad, incluso sin importarles la repercusión que tendrá este conflicto mediático en sus hijos.  

    Según la psicoterapeuta Liliana Tuñoque, toda esta exposición mediática, como las declaraciones de una parte u otra, afectan directamente a los hijos, especialmente en el tema emocional. Ya que se ve expuesta la vida privada de ellos, y la imagen buena y mala de sus padres.

    “De una a otra forma se va deteriorando la imagen que tienen los niños de sus propios padres. Esta exposición mediática para determinar quién está en lo correcto o no, directamente afecta toda la autoestima y su estabilidad emocional en general. Es que, al hablar mal del padre, no solamente dañamos la imagen del padre, sino que dañamos la integridad emocional del niño”, sostuvo en exclusiva para Wapa.pe.

    ¿Cómo evitar que los niños sufran ante un enfrentamiento de los padres?

    Para la doctora Tuñoque, los padres deben tener un manejo alturado de la relación. No deben involucrar a los niños ni darles detalles y pormenores de lo que sucede. “Hay miles de padres y madres que ya no están juntos, pero igual intentan mantener una relación cordial. Si los hijos están al pendiente de estos problemas, les puede generar inseguridad y, hasta, sentimiento de culpa”, comentó.

    “Los niños se ubican en una situación de conflicto interno, porque no saben si estar a favor de mamá o papá. Esto genera un conflicto interno muy dañino para ellos. Aquí lo importante es que los padres puedan manejar de manera madura la situación, pensando solo en el bien de sus hijos”, agregó Tuñoque.

    ¿Es mejor que se vayan a vivir con un tercero, por ejemplo, su abuela?

    El conflicto se debe asumir con claridad y tranquilidad, de lo contrario los niños podrían terminar en las manos de un tercero. Aunque para la experta, esa no es la solución y solo estarían perjudicando más las emociones de los niños.

    “Lo mejor es que se vayan a vivir con el papá o con la mamá. Por la edad de los niños, ambos necesitan la compañía de los dos. Ahora, si el papá, por ejemplo, no está constantemente en casa por el trabajo que realiza, tendría que estar con su mamá. A menos que haya un factor o motivo válido, donde la mamá no pueda cuidar a los niños, como que emocionalmente no esté bien o no tenga las condiciones apropiadas para hacerlo. Si no es así, los niños deben estar con su mamá para que les de el soporte emocional que necesitan”.

    Si va con otros familiares, puede perjudicar aún más a los niños. Además, desarrollarán un sentimiento de culpa, porque entenderán que están abandonando al papá o abandonando a la mamá. Sentirá que los traiciona.