La educación en los niños es muy importante y no solo en la parte escolar, también lo es en la parte emocional. La idea es que los padres forman chicos fuertes, valientes y convencidos de ser la mejor versión de sí mismos.
Por ello, en el siguiente espacio queremos compartirte 8 tips que los padres pueden seguir para ayudar a sus hijos a disfrutar de los retos, ver en cada situación una oportunidad de poner en práctica todo lo que sabes y, por supuesto, ver “el vaso medio lleno”, señalados en el portal eres mamá. ¡Atenta y toma nota!
Enséñales a tus hijos sencillas prácticas de meditación, esto ayudará a disminuir el estrés, la ansiedad y a fortalecer el sentido de auto regulación. Puede practicarse 5 minutos al día.
Motiva a tus hijos para que se ejerciten con frecuencia y se interesen por un deporte. La mejor forma de sentirse bien física y mentalmente es mediante el deporte. Otros beneficios del deporte son el trabajo en equipo, la disciplina y la capacidad para plantear y alcanzar metas.
Un punto muy importante que los niños deben conocer es a agradecer por los favores y beneficios que recibe de la vida y de los demás. La mejor forma de lograrlo es a través del ejemplo: nombrar las cosas positivas que han sucedido durante el día.
La mejor forma de hacerle saber a alguien que lo amamos es darle tiempo y expresarlo específicamente. Asegúrate de compartir con tus hijos a diario y de hacer que el tiempo sea de calidad.
Cuando los niños tienen una buena calificación o han logrado armar el juguete que tanto trabajo les costó, permite que lo disfrute y motívalo a seguir haciéndolo.
Los niños imitan todo, y que mejor hacer de las personas que admiran. Para ello, debes mostrar que la vida se enfrenta con optimismo, demuéstrales que manejas los conflictos de una forma constructiva.
Como parte de su edad, los niños tienen responsabilidades en el colegio y algunas tareas en las que ayuda en casa; sin embargo, recuerda darle su espacio y que el disfrute de su etapa de vida.
Los seres humanos tenemos la tendencia a usar expresiones negativas sobre nosotros mismos. Cambia frases como “las matemáticas son muy difíciles” por “las matemáticas requieren mucha.