En los últimos años, se ha incrementado el número de desafíos que en su mayoría se hacen virales por los niños y adolescentes, según expertos
Estos retos son imitados por niños y jóvenes adolescentes y conllevan peligros que pueden llegar a ser mortales.
Hace no muchos meses la noticia de una niña de solo siete años de edad perdía la vida en Brasil por realizar un reto que encontró en redes sociales.
El reto del desodorante consistía en expulsar la mayor cantidad de esta sustancia sobre la piel de la persona sin parar y durante el mayor tiempo posible.
En el caso de la niña esto fue hecho directamente en el rostro de la pequeña y en solo instantes sufrió un paro cardiaco por las altas cantidades de inhalación del producto.
La pequeña había visualizado varios videos en la web en donde vio el reto que posteriormente acabó con su vida.
Uno de los últimos retos y que al parecer no solo es ejecutado por niños sino también por adultos es el de poner el brazo en una placa u hornilla caliente de la cocina.
El insólito objetivo detrás es ver cuánto tiempo aguanta una persona quemándose el brazo.
Entre los diversos retos virales que incitan a probar la valentía poniendo en riesgo la vida o bienestar de los jóvenes y niños están también los de aguantar la respiración hasta quedar inconsciente.
Otros hasta pueden incluir ingesta de productos como el reto de introducir un condón por la fosa nasal y luego expulsarlo por la boca.
Por otro lado, también se han viralizado retos donde se toman grandes cantidades de canela o alcohol o comer cápsulas de detergente líquido.
Luego está el juego de la ballena azul, un juego viral que lleva al suicidio, además, del juego del muelle o ruleta sexual.
Al ser los niños nativos digitales, están más conectados con la tecnología y no pueden medir hasta donde se exponen a los riegos, por esta razón se recomienda acompañar el uso y explicar los peligros y excesos.
Lo ideal es informar y concienciar sobre los problemas de salud y bienestar que acarrear los llamados “retos” que al final más que probar o popularizar pueden hasta acabar con la vida y futuro de los niños.
Se recomienda que todo padre esté pendiente e informado de lo que puedan estar viendo sus hijos y los retos que alcancen viralizarse en redes sociales, así como en su lugar de residencia para estar prevenidos.