El rendimiento escolar de los niños es una de las preocupaciones más comunes de todos los padres y para que sus hijos tengan mejores calificaciones contratan profesores particulares, pero no obtienen el resultado esperado. ¿A qué se debe esto?
El bajo rendimiento en los niños se puede deber a diversos factores internos y externos que es importante reconocerlos para tratarlos a tiempo y evitar repercusiones en el futuro de los pequeños.
Por ello, en el siguiente espacio te queremos mencionar las causas más comunes que pueden estar ocasionando el bajo rendimiento escolar en tu niño, señalados en el portal Eres mamá. ¡Atenta y toma nota!
Muchos padres que no pasan mucho tiempo en casa por el trabajo, permiten que sus hijos no realicen sus deberes y que solo jueguen, como recompensa por no pasar tiempo con él, generando rutinas inadecuadas.
Ante ello, es importante que los padres tomen conciencia y realicen rutinas adecuadas en el que el niño debe estudiar, hacer sus deberes y jugar. De esta manera podrá distribuir su tiempo para estudiar y posteriormente mejorar su rendimiento escolar.
Aunque muchos no le tomen importancia, el bajo rendimiento escolar en niños también puede ser un reflejo de los problemas en el hogar. Entre los más comunes se destacan: maltrato, abuso sexual, drogadicción, alcoholismo, problemas financieros en el hogar, entre otros.
El estrés postraumático puede ocasionar bajo rendimiento escolar en niños. No siempre es fácil de deducir, pero cuando el padre o maestro detecte que algo no va bien en sus emociones, debe atenderse con ayuda profesional. Este tipo de afección suele manifestarse a través de: miedo, pesadillas, irritabilidad, aislamiento, nerviosismo, desmotivación, entre otros.
Aunque muchas personas consideran que la dificultad para aprender es ocasionada por estar distraído y pereza, este se puede deber a otro origen. Como es el caso de la dislexia o la discalculia, por lo que es importante diagnosticarlo.
Una mala alimentación también repercute en el desempeño escolar de los niños. La falta de nutrientes hace que los niños no tengan suficiente energía para realizar sus actividades y concentrarse en el salón de clase. Por otra parte, una dieta pobre provocará un desarrollo inapropiado a nivel biológico.