A propósito del más reciente estreno de Disney y Pixar, Toy Story 4, grandes y chicos se encuentran entusiasmados por redescubrir el final de la épica saga animada que muestra a los juguetes protagonistas como seres humanos de emociones reales y destacando su importancia en el desarrollo de los más pequeños.
Gabriela Carrillo, psicóloga infantil asesora de Wish Trade, señala que el juego es una actividad básica fundamental que contribuye al desarrollo cognoscitivo, sensorial y social de los niños, y motivarlos a experimentarlo a través de juguetes análogos, aporta aún más a estos beneficios.
A continuación, Carrillo señala cuatro de los principales beneficios de las actividades lúdicas por medio de juguetes tradicionales. ¡Atenta y toma nota!
La apropiación de nuestros juguetes nos incentiva a dejar volar la imaginación y crear historias. El desarrollo de estas historias nos ayuda a comprender mejor nuestros entornos y desarrolla la capacidad de pensamiento crítico, por lo que más adelante, estas habilidades podrían facilitar los procesos de resolución de conflictos y creación de estrategias.
El juego permite a los más pequeños manifestarse libremente y los juguetes proyectan sus emociones. A través de la interacción con juguetes de personaje, podemos enseñar que los niños expresan sentimientos, procesan situaciones y buscan entender distintos contextos.
Los juguetes aportan un gran sentido de la comprensión de la sociedad cada vez que los niños deciden aplicar un juego de roles entre ellos. Dependiendo del papel que más los identifique (papá o mamá, el profesor, la doctora, etc.) cada pequeño crea un escenario particular el cual se basará en reglas que contribuyan a la armonía y respeto entre ellos.
" Los juguetes no son perjudiciales, pero es importante que los padres no sobre estimulen a sus hijos con exceso de juguetes. Los juguetes deben de ser una herramienta para el desarrollo y no para el aprendizaje", señaló la especialista.