Diana Sologuren inició el jardín de niños a los cuatro años, en su salón pensaron que era mayor de lo que aparentaba porque, contrario a sus compañeros, ella ya sabía leer. “Pero, ¿cómo…?”, se cuestionaban los adultos que la veían, tan pequeña, pronunciando las vocales y consonantes hasta poder completar las palabras.
Así cuenta Cecilia Rodríguez, mamá y profesora de la Carrera Pública Magistral, explicó que su hija aprendió a leer desde los tres años, gracias a los juegos que ellas realizaban, ya que aprovechaba esos momentos para enseñarle. Ahora cuando ambas recuerdan esa época, llegan a la conclusión, que luego del amor, la educación es la conexión que más la une y enriquece.
“No recuerdo cómo aprendí a leer, ni mucho menos cuándo empecé a escribir, pero sí tengo nítida en la memoria a mi mamá como mi guía, siempre a disposición en la casa”, contó Diana a un medio local, quien tiene 19 años y es una destacada alumna en la carrera de ingeniería de las telecomunicaciones en la Universidad Católica del Perú, institución a la ingresó el año pasado gracias a que ganó el concurso Beca de Excelencia Académica para Hijos de Docentes.
La joven reside en el distrito de Villa María del Triunfo, Cecilia se inició en la Carrera Pública Magisterial en el 2009. Desde entonces, ella ha participado en innumerables capacitaciones y superado con éxito las distintas etapas de evaluación para ascender hasta el cargo de subdirectora del colegio 6011 Santísima Virgen de Fátima.
Un desafío constante, agregó Cecilia, responsable de los 1,300 estudiantes de primaria que, en dos turnos, asisten a este colegio y lo han convertido en uno de los más prestigiosos del distrito.
“Todos estos años como maestra han significado la oportunidad de llegar a las familias a través de sus niños, y ayudar a esos padres a formarlos con buenos valores, para que crezcan y sean personas de provecho en sus hogares y en la sociedad”, comenta Cecilia mientras evoca mentalmente las decenas de caritas de los alumnos que, en casi tres décadas de carrera, ha visto pasar por sus aulas.
Pensando en los maestros que, como Cecilia, se esfuerzan a diario en todo el país para formar a las nuevas generaciones, el Ministerio de Educación, mediante el Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec), ofrece cada año becas integrales para estudios superiores, destinadas a favorecer a los hijos de aquellos docentes que se forjan una trayectoria en el marco de la Carrera Pública Magisterial.
“La beca es una maravillosa oportunidad para nuestros hijos. Cuando me enteré que mi Diana reunía los requisitos, la apoyamos sin descanso para que se prepare, concurse y gane. Y cuando ganó, ¡la emoción fue indescriptible! Me sentí muy orgullosa y feliz porque ella ingresó a la universidad de sus sueños, y también revalorada como docente, pues todo mi esfuerzo obtuvo una recompensa”, aseguró Cecilia.
Ella no duda en exhortar a sus colegas a iniciar o ascender en la Carrera Pública Magisterial para alcanzar no solo la excelencia en cuanto a su profesión, sino también para brindarle nuevas y mejores oportunidades a los suyos.
Con información de Andina