“Necesito encontrar a la niña que sale a mi derecha en la foto. Tengo que intentarlo”, fueron algunas de las palabras que escribió en su cuenta de Twitter, Sara Danyao, una joven española adoptada en China cuando apenas tenía 11 meses. Sara compartió la foto tomada hace 17 años en la que sale en un carrito junto a la niña que considera su hermana mayor.
¿Quién es la niña a la que buscaba Sara? Fue una pequeña de cinco años que cuidó de ella cuando vivían en el mismo orfanato y que, según la familia adoptiva de Danyao, se puso como una fiera cuando fueron acogidas por familias distintas.
Para sorpresa de Sara, el pedido surgió efecto en menos de lo esperado, en apenas un día pudo contactar y hablar con Alejandra, la otra niña, y en menos de 3 días ambas se encontraron y abrazaron en Madrid.
Ambas compartieron orfanato en Hubei y fueron adoptadas el mismo día, en mayo del 2001, según tuitea Sara en un hilo que abrió tras su pedido de búsqueda. Agregó que “Esta niña incluso le pidió a mis padres que la adoptaran también para que ella pudiese venir conmigo. La traductora trató de explicarle por qué ella debía irse con sus padres, pero ella insistía en que tenía que venir conmigo porque yo era su responsabilidad”.
Danyao llevaba años con esa necesidad y la amplia difusión de la petición llevó a su padre a buscar sus archivos hasta dar con el teléfono de la familia de la niña de cinco años. A pesar de que el tuit superaba los 90 mil retuits, la acción del padre resultó vital para la búsqueda. Aquellos nueve dígitos que ambas familias habían intercambiado cuando se produjo la adopción, aún correspondían a la casa donde vivía Alejandra Hubei.
“Eran las diez de la noche, estaba dormida y preguntaron por mí. Sara me explicó quién era y qué nos unía. Pensé que era broma hasta que mi padre me lo confirmó”, contó Alejandra, quien tiene algunos recuerdos de su infancia en el orfanato y entre risas comenta que su instinto protector concuerda con lo que dijo Sara, había asumido el rol de hermana mayor.
Ambas se abrazaron y hubo química desde el primer minuto, “como si nos conociéramos de siempre”, confesó Alejandra. La bebé del carrito, Sara, tiene 18 años y creció en Mallorca, estudia psicología y tiene dos hermanos mayores que son hijos biológicos de sus padres, mientras que Alejandra, tiene 23 años, se crio en Madrid, trabaja en un centro de capacidad diversa y es hija única.
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Las dos han expresado su alegría y felicidad por este reencuentro y ya planean juntar a sus familias en julio próximo. Finalmente, Sara expresa que “Son 11 meses que no recuerdo. Y te preguntas por qué no te quisieron y no tienes respuestas. Quizás no conozca nunca a mis padres biológicos, pero ya conozco a Alejandra”.
Sin duda alguna, una historia con final feliz que se gestó a base de ganas, muchas ganas por parte de alguien que quiso encontrar a alguien muy importante del pasado y lo logró.