El cáncer de mamá es la segunda causa de muerte entre las mujeres peruanas y la enfermedad más frecuente entre ellas a nivel global. Vencer esta enfermedad es una tarea titánica, más aún cuando muchas de ellas han logrado superarlo pueden sufrir una recaída, a veces hasta 20 años después del primer diagnóstico.
La tasa y las razones de la recaída son difíciles de comprender, sin embargo, un estudio de la Universidad de Stanford ayuda a identificar a las mujeres que podrían correr mayor riesgo, teniendo en cuenta algunos factores de riesgo de reincidencia que son la edad de la paciente, la talla y la naturaleza del tumor o la presencia de células cancerosas en los ganglios linfáticos.
La investigación comprende un análisis de 3 mil pacientes británicas y canadienses a las que se diagnosticó un cáncer de mama entre 1977 y 2005. Christina Curtis, autora principal de la investigación aclaró que todos estos datos sirvieron para establecer un modelo informático que identificó cuatro grupos con un “riesgo particularmente alto de recaída tardía” del cáncer.
Curtis mencionó que “hasta ahora, no ha habido una buena manera de identificar este subgrupo de mujeres que podrían beneficiarse de la detección o de los tratamientos”, eso dado que alrededor de una cuarta parte de las mujeres afectadas por la forma más común de cáncer de mamá tenían entre un 42% y un 55% de riesgo de reincidencia durante los 20 años siguientes.
Lo cierto es que se han identificado alteraciones genéticas en cada uno de los cuatro subgrupos de riesgo, estas irregularidades están ligadas al proceso de formación de los tumores. “Muchas de estas alteraciones pueden potencialmente ser dirigidas terapéuticamente, lo que abre la puerta a nuevos posibles tratamientos, aunque esto necesite ser verificado en el marco de ensayos clínicos”, agregó la autora de la investigación.
La investigación determinó cuáles eran las pacientes para las que una reincidencia después de cinco años era imposible. “Esto podría ayudar a mejorar el seguimiento y la clasificación de las pacientes, por ejemplo, determinando las que podrían beneficiarse de tratamientos más largos o diferentes”, concluyó Curtis.
Sin duda, este estudio es un paso importante para el tratamiento a largo plazo de este mal que atenta contra la vida de las mujeres, esperemos que la investigación siga arrojando datos más precisos para evitar la reincidencia a futuro.