La estimulación musical aporta múltiples beneficios al desarrollo de los niños. En especial en las habilidades blandas.
La música es expresión, una forma de comunicación que genera alegría y felicidad. Es así que, dentro de la estimulación temprana para los bebés y niños, los sonidos musicales son fundamental.
Cuando un niño escucha a su mamá cantar, va estrechando vínculos. Una madre en etapa prenatal que canta o participa de una actividad musical también se conecta con su bebé, e indudablemente, cuando un niño está feliz, se le oye cantar. Pero, además, de la alegría, la música aporta diversos beneficios al desarrollo cognitivo, emocional y de la motricidad de un niño.
Ante ello, Berly Luna, creador del Centro de Estimulación Musical Music & Play, menciona que el momento para iniciar la estimulación musical es desde temprana edad, e incluso, a partir del quinto mes de gestación los bebés dentro del vientre materno ya son capaces de captar sonidos externos como la voz, además de fortalecer los vínculos entre madre e hijo.
Asimismo, indicó que los niños que fueron estimulados desde antes de nacer logran una mejor convivencia frente a otros niños, se comunican mejor, son emocionalmente más seguros, presentan habilidades motoras, intelectuales y lingüísticas más desarrolladas.
“Lo mejor para un bebé o un niño es presentarle toda la gama de acordes posibles a fin de que genere un gran archivo mental y de esta manera logremos enriquecer su conocimiento”, añadió el especialista.
Recordemos que la estimulación musical y el aprendizaje de este arte refuerzan la atención y concentración; aumentan la memoria y la creatividad, especialmente en los niños que reciben algún tipo de instrucción musical y/o aprenden a ejecutar un instrumento; desarrollan en ellos habilidades motoras y físicas; fortalecen la autoestima y además reducen el estrés y la ansiedad.