La premio Nobel de Química de 2009, la israelí Ada Yonath, animó a las niñas a "satisfacer su curiosidad" estudiando ciencia y reivindicó la necesidad de tener un sistema educativo actualizado que atraiga a los estudios científicos a las mujeres.
Yonath explicó, en la conferencia central de la Bienal de Ciudad y Ciencia que se celebra en Barcelona (noreste), qué son los ribosomas y por qué son importantes, así como el proceso que le llevó a descubrir su funcionamiento, y aseguró que actualmente la comunidad científica es "independiente a los géneros. Todo el mundo puede estudiar ciencia".
NO DEJES DE VER: Presidente de la Cámara en República Dominicana desata polémica contra amas de casa
En declaraciones posteriores a los medios, Ada Yonath criticó la falta de apoyo que la sociedad otorga a la ciencia ya que "solo se busca el dinero, pero la ciencia supone satisfacer tu curiosidad y obtener resultados que no esperabas" y reivindicó que se deben producir cambios en la educación.
"La ciencia se enseña utilizando los conceptos que se usaban en mi generación. Necesitamos hacer cambios; la vida cambia pero la educación apenas lo hace. La enseñanza científica debe ir de la mano del saber y el contenido debe ser actualizado constantemente", aseguró.
Reveló que creció "en la pobreza", vivían tres familias en una casa de cuatro habitaciones, y empezó sus primeros experimentos con 5 años, intentado calcular la altura de su balcón apilando muebles, resultando en un brazo roto, hasta que se empezó a interesar por las proteínas por que no existía ningún patrón para su comportamiento.
Las proteínas ejecutan casi todas las funciones esenciales de todos los organismos y la investigación de Yonath estaba orientada a conocer el comportamiento y funcionamiento de las proteínas a través del estudio de los ribosomas, las macromoléculas responsables de la síntesis de las proteínas.
Se propuso aplicar la cristalografía para descubrir cómo están hechos los ribosomas, aunque muchos le dijeron que "los ribosomas eran inestables y no se podían cristalizar", pero ella se basó en "la hibernación de los osos polares descubriendo que sus ribosomas se organizaban periódicamente" y por tanto se podían cristalizar.
Con partículas recogidas del Mar Muerto y con la idea de que los ribosomas sometidos a estrés se "empaquetan", realizó más de 100 pruebas en el sinctotrón de Grenoble (Francia) durante 6 años, sometiendo a los ribosomas a temperaturas de -195 grados hasta que consiguió comprender su funcionamiento.
En 2009, le otorgaron el Premio Nobel de Química, junto a Venkatraman Ramakrishnan y Thomas A. Steitz, en reconocimiento a su trabajo sobre la estructura y la función del ribosoma a nivel atómico, que tienen importantes implicaciones para lograr el desarrollo de nuevos antibióticos.
Actualmente dedica su labor de investigación a producir nuevos medicamentos que luchen contra la resistencia antibiótica, para ayudar a los "problemas médicos y a la gente" a evitar que las infecciones sean letales debido al hábito de los patógenos a los fármacos.
Los estudiantes que escucharon su conferencia le trasladaron sus inquietudes con preguntas como: "¿alguna vez te han dicho que no podías ser científica por ser mujer?" o "¿qué le dirías a una mujer que quiere ser científica?", a las que ella respondió que no "escuchen a nadie, solo a ellos mismos y estudien ciencia sin miedo".
Con información de EFE.