Durante el periodo de divorcio, los hijos son los que más sufren ya que ahora tienen que afrontar que ya no se tendrá en casa a su padre o madre y se vendrán varios cambios más. Ante ello, es importante que se realice con el menor impacto posible.
Según un estudio realizado por la psicóloga Mila Arch Marin, para los niños que se enfrentan a la ruptura del núcleo familiar, el punto más estresante es la exposición a los conflictos de sus padres.
Por este motivo, se debe tener una charla con los hijos para poder decirles qué es lo que va a suceder y cuándo, explicarles qué es divorciarse, aclararles que ellos no son responsables del divorcio y hacerles presente que el amor por ellos no acaba con este cambio.
"Aunque mamá y papá se separen, eso no cambia en absoluto el amor que sienten por ti y van a estar para lo que necesites siempre", explica la licenciada en psicología Cecilia Lotero. Asimismo, la experta mencionó unos puntos clave para que el encuentro con tu hijo sea fructífero. ¡Atenta y toma nota!
Sí dales tiempo:
Brindarles todo el tiempo necesario a tus hijos para que asimilen y entiendan la nueva realidad. Sus procesos no duran lo mismo que los de los adultos.
Sí brindarle amor:
Recodarles constantemente el amor que ambos padres sienten por ellos y aclararles que lo que se disuelve es el vínculo de pareja y no el vínculo con ellos.
Sí mantenerte abierto:
Muchas veces ellos no dicen lo que sienten sobre la separación en el momento en que lo escuchan. Por eso es importante mantener una comunicación abierta, sin descalificar lo que sienten y piensan, brindando un espacio propicio.
Sí cuida tus mensajes:
Dales mensajes del tipo: "no es tu culpa", "no eres responsable de la separación, esta es una decisión de mamá y papá de la cual no estás involucrado". Y trata de mantener las rutinas que se desarrollaban antes del divorcio de los padres lo más parecidas posible.
Sí fija límites:
Menciónele una estructura y límites razonables en ambas casas. La idea es no ser rígido, inflexible e intolerante, pero tampoco permisivo ni sobreprotector. Los padres tendrán que ponerse de acuerdo para que no haya lineamientos contradictorios ahora que la crianza se va a dar, en cierta medida, por separado.
Sí comunícate con tu ex:
Sostén una comunicación fluida con tu ex, sin intervención de los hijos. No los uses como mensajeros, ni receptores de broncas y odios hacia el otro progenitor. Todo lo contrario: facilita y fomenta la relación con el otro padre por el bien de tu hijo.
No los uses:
En muchos divorcios conflictivos, se coloca a los hijos en el medio de las discusiones. Este es uno de los errores más frecuentes y peligrosos que cometemos los adultos. En este marco, no se los ve a los chicos como personas independientes a ellos y que tienen sus propias emociones. De alguna forma, se los está desprotegiendo.
No critiques:
También es bueno fomentar las opiniones positivas que los chicos tengan de ambos padres y evitar la crítica destructiva.
No los consumas:
Fomenta las relaciones con sus pares, con niños de su edad. Eso permite el aumento de una red de contención y afecto para los chicos.
No discutas delante de ellos:
Resulta dañino que los padres peleen delante de los hijos. Cuando deban hablar o discutir, háganlo en un momento en donde no estén presentes los niños.
Cabe mencionar que el proceso del divorcio puede ser tomado de distintas maneras por los integrantes de la familia por lo que no está demás llevar una terapia psicológica.