Los buenos hábitos son importantísimos para los niños, pues los definen desde pequeños e influyen en lo que harán a lo largo de toda su vida. En ese sentido, en este artículo te mencionamos algunos buenos hábitos alimenticios para los más pequeños de la casa y que les ayudarán a crecer de forma responsable en la alimentación.
Del puré al sólido
A partir de los 2 años la dieta de los niños no debería incluir alimentos triturados salvo cuando se encuentren en el menú de toda la familia. El puré de verduras con carne, pescado o pollo o las papillas de frutas ya deben, a estas edades, haber pasado a la historia. Capítulo aparte merecen los biberones, ya sean de leche o de cereales, completamente inadecuados por su implicación en el aumento en los riesgos de caries y obesidad.
Beber agua
Nada de ofrecer leche ni zumos con las comidas, y mucho menos bebidas carbonatadas o energéticas, completamente inadecuadas para estas edades.
Establecer número fijo de comidas
Las comidas, 5 ó 6 dependiendo de las horas que el niño esté despierto –probablemente también en función de su edad- deben espaciarse unas 3 horas, haciendo hincapié en dos comidas más grandes, la comida y la cena, pero sin saltarse ninguna.
La merienda y el almuerzo, saludables
Evitar la bollería y los zumos industriales y, sobre todo, los aperitivos salados. Preferiblemente, el desayuno y el almuerzo deberían complementarse, aportando entre ambos, alimentos de los diferentes grupos: proteicos, farináceos, lácteos y frutas/verduras.
El niño debe comer solo
A estas edades el niño debe tener la suficiente autonomía para manejar los cubiertos con destreza suficiente como para alimentarse sin ayuda. Evidentemente, cortar un filete no es algo que deban hacer por sí mismos, pero pinchar con el tenedor o coger una cucharada y llevársela a la boca sí son habilidades que debería tener aprendidas.
La fruta, mejor entre horas
No existe motivo científico alguno que requiera que la fruta se coma a una determinada hora; sin embargo, es más fácil despertar el interés del pequeño por comerla si se le ofrece fuera de las comidas principales, bien en la merienda o en el almuerzo de media mañana.
Cabe mencionar que la higiene es fundamental para evitar todo tipo de enfermedades, pues es la primera barrera contra gérmenes como las bacterias o los virus. Aunque no hayan ido al baño antes, sea como fuere, es importante que se laven las manos antes de sentarse a la mesa.