Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) en los años 2016 y 2017, el porcentaje de adolescentes embarazadas en nuestro país aumentó de 12,7% hasta un 13, 4%.
Los reportes anuales del Seguro Integral de Salud (SIS) indican que los hospitales atienden al año una cantidad de dos mil partos en niñas de 15 años. Esto significa que cuatro menores de 15 años quedan embarazadas al día.
El Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec) en el año 2016, indicó que un 70% de padres de embarazo precoz tienen entre 18 y 29 años. Según el Código Penal, estos hechos son considerados violaciones sexuales.
La asistenta de Evaluación y Monitoreo en el Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos (Promsex), menciona que hay que tener cuidado con estas alarmantes cifras, ya que existen casos de relaciones sexuales entre menores y mayores de edad consentidas.
Cabe mencionar que hasta ahora, no es posible conseguir la estadística de cuántos son los embarazos de productos de relaciones no consensuadas.
“Puede suceder que hay una pareja constituida y aceptada por una jovencita de 14 años con su parejita de 16. Si ella queda embarazada, eso es considerado como una violación, a pesar de que sea consentido.
Entonces, no podemos tener un registro exacto de cuántas de esas violaciones han provocado un embarazo no deseado”, menciona la especialista.
La experta también indica que en el caso que las adolescentes decidan denunciar, se debe implementar una atención a la víctima que permita evitar embarazos no deseados.
“Lamentablemente hay un temor de irrumpir funciones y alterar la escena del hecho. Entonces, lo primero que se hace cuando llega una víctima a denunciar es enviarla a medicina legal.
Cuando lo que debería suceder, si se hace un trabajo coordinado entre el sector salud y el sector justicia, es antes de derivar a la víctima, indagar si ha estado en periodo de riesgo de embarazo e inmediatamente administrarle su píldora anticonceptiva de emergencia”, finaliza la especialista.