La joven maya ixil Juana Raymundo, defensora de los derechos humanos fue asesinada y aparentemente torturada. El Comité de Desarrollo Campesino (Codeca) pide justicia por el salvaje crimen.
NO DEJES DE LEER: Campaña contra la trata de personas llegó a más de 19 mil adolescentes que se encuentran en zonas de alto riesgo
Codeca reveló a través de un comunicado, que la mujer pertenece a su organización desde hace cinco años y que fue secuestrada el viernes por la noche y su cuerpo sin vida fue encontrado el sábado con signos de tortura.
"Exigimos se investigue y se sancione a los responsables de este asesinato. Hasta ahora, todos los asesinatos de nuestros defensores están en la impunidad", declararon los voceros de la entidad, quienes han sufrido la pérdida de 6 compañeros defensores de los derechos humanos.
Juana Raymundo también pertenecía al comité ejecutivo municipal del Movimiento para la Liberación de los Pueblos. Después de su asesinato se ha convertido en la “primera mártir” de la organización.
El Comité de Desarrollo Campesino (Codeca) también dejó en claro que a pesar que intenten frenar con su lucha "mediante la represión y los asesinatos" no dejarán de pelear y culparon de manera directa al Gobierno y a los demás grupos económicos "irradiando discursos de odio contra Codeca y otros defensores de derechos humanos en el país".
Jordán Rodas, titular de la Procaduría de Derechos Humanos llamó a las autoridades para que puedan hacerse cargo:
"Dedicar todo esfuerzo y recurso posible para hacer cesar los continuos actos criminales ejecutados en contra de activistas sociales, militantes políticos, defensores de territorios indígenas y líderes de organizaciones sociales".
“Ellos son sistemáticamente perseguidos por causa de sus ideas, proyectos y visiones".
TAMBIÉN PUEDES LEER: Mujer que recibió balazo en Argentina envió mensaje a su esposo diciendo que se estaba muriendo
El funcionario también pidió que la Fiscalía se dedique a "investigar, identificar y enjuiciar a los autores intelectuales y materiales de estas cobardes acciones", y condenó "todo ejercicio de terror, represión, agresión o intimidación como mecanismo para acallar a un adversario", ya que es "intolerable en un régimen de derechos humanos".