Mauricio Diez Canseco y Lisandra Lizama celebraron por todo lo alto su nuevo casamiento civil en donde volvieron a reafirmar su amor. En un elegante restaurant ubicado en la Costa Verde ambos se dieron el sí por segunda vez y uno de los detalles que no podía pasar desapercibido ante nuestro radar fashionista fue el mágico vestido de novia que la cubana utilizó.
Y es que para una ocasión tan especial el look nupcial debía tener todos los elementos necesarios para que la joven cantante de 26 años brillara con luz propia en uno de los días más especiales de su vida. A continuación, te damos todos los detalles de su impoluto estilismo y el de su cuñada, la hija de Mauricio Diez Canseco, Camila Diez Canseco.
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La cantante cubana apostó por un ceñido y romántico diseño firmado por la modista peruana de Alta Costura Maritza Mendoza que destacó gracias a su acabado de encaje y fina pedrería que envolvió toda su figura dotándola de un halo mágico y etéreo. A diferencia del vestido que usó en su primera boda esta vez cubrió su silueta con unos patrones floreados que dejaron zonas al descubierto gracias a la tela nude que llevó por debajo a modo de segunda piel. Su vestido estilo sirena estuvo valorizado en 7 000 dólares y ayudó a enfatizar su silueta dotándola de un acabado sensual y el largo de la cola que estuvo a cargo del tul le concedió un estilismo voluminoso y espectacular. Su beauty look reflejó el toque glamuroso que la caracteriza y el accesorio de pedrería que adornó su melena rizada le concedió un acabado elegante.
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Por su puesto, la empresaria peruana tampoco podía quedarse atrás con su look para un evento tan especial en la vida de su padre, si bien es su cuarto matrimonio esta vez el popular ‘Brad Pizza’ aseveró que esta vez sería la definitiva. La joven se lució con un exquisito atuendo compuesto por un vestido estilo corsé que gobernó su silueta gracias a un elemento de transparencias y una abertura en el muslo que le dio un toque sexy a su silueta.
Este color ha sido uno de los más protagónicos en el street style y fue capaz de concederle un imponente acabado de gran impacto visual. Un estilismo que acompañó con un peinado retro de gran popularidad: una ponnytail alta que llevó con unos finos mechones y unas ondas que le dieron más volumen a su cabellera.
La joven cubana de 26 años se mostró feliz de reafirmar su amor con el empresario.