El ácido hialurónico es un elemento que está presente naturalmente en la piel, el cual asegura su estabilidad y la mantiene protegida y renovada constantemente, sin embargo, después de cumplir 30 años, la piel va perdiendo la capacidad de producir este componente, lo que ocasiona la deshidratación de la misma y aumenta la presencia de arrugas, ojeras y da inicio a la sensación de envejecimiento.
Después de la limpieza, el suero es el segundo paso de la rutina, lo que lo hace perfecto tanto para rutinas de cuidado facial de día o noche. Por ello los expertos de Yanbal nos brindan los pasos que podemos seguir para mantener una piel bien cuidada e hidratada para que luzca radiante y brillante.
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Paso 1: Dale una limpieza profunda a tu rostro utilizando el limpiador de tu preferencia. Esto ayudará a purificar y exfoliar mientras retiras células muertas, dando una sensación de ultra frescura a tu piel. Evita los jabones en barra porque pueden resecar la piel.
Paso 2: Coloca 2 o 3 gotas del suero ácido hialurónico sobre la yema de los dedos y espárcelo por el rostro masajeando suavemente hasta su absorción. Sentirás cómo penetra hasta la capa más profunda de tu piel, sin ninguna sensación grasosa, dejando la piel resplandeciente y llena de vida.
Paso 3: Aplica una crema hidratante que refuerce y fortalezca la nutrición de tu piel, puedes combinarlo con el óleo reparación profunda de Sentiva.
Paso 4: Finalmente aplica bloqueador cada 3 horas y utiliza uno que brinde la mayor protección contra los rayos dañinos del sol y luz azul.
Esta sustancia, que se encuentra situada en la piel, articulaciones, cartílagos y en los ojos, es capaz de retener la cantidad necesaria de agua para mejorar las arrugas que aparecen en las zonas del entrecejo y el surco nasogesiano (ubicados entre la nariz y la comisura de los labios).
Además, el ácido hialurónico puede mejorar considerablemente los efectos en la piel causado por el acné. La forma adecuada de utilizarlo es mediante una inyección, la cual es depositada en la dermis, es decir por encima del hueso.
"Se debe depositar a nivel de la dermis, la capa profunda de la piel, inmediatamente por debajo de la epidermis, que es la capa más superficial, por ello la vía más eficaz para administrarlo es inyectable”, indican al respecto expertos de belleza en España.