Vivimos en una sociedad obsesionada con la apariencia física y de cierta manera, no podemos culparnos por esta condición. Los seres humanos somos criaturas visuales y por siglos, hemos utilizado esta herramienta para realizar importantes evaluaciones y mantenernos vivos, pero pese a la evolución, parece que todavía nos cuesta trabajo ver más allá de lo evidente.
Es imposible hablar de nuestra fijación con los looks sin referirnos a las consecuencias que esta ha tenido sobre las personas. En el caso de las mujeres, debemos reconocer el trabajo que múltiples industrias han ejecutado para crear un prototipo de belleza al que todas hemos tratado de encajar, muchas a cualquier costo. En la actualidad, este pensamiento está siendo desafiado por distintos tipos de personas que se presentan al mundo tal y cómo son, haciendo caso omiso a los estándares previamente establecidos. Esta nueva filosofía ha dado paso al nacimiento de movimientos cuya meta es redefinir el concepto de la belleza y mostrarle al mundo las múltiples interpretaciones que este término puede albergar si también nos enfocamos en lo que llevamos adentro. Un ejemplo de ello se puede ver en el certamen Miss Curvy que se lleva a cabo actualmente en nuestro país.
Wapa.pe conversó en exclusiva con Steffany Mongrut, actual Miss Curvy Lima Norte, para conocer más sobre su historia de superación personal, el camino que están tomando los certámenes de belleza tradicionales para ser espacios más inclusivos y socialmente conscientes y la importancia de amarse uno mismo para vivir plenamente en un mundo cegado por la superficialidad y que carece de amor y compasión.
Es la primera vez que me animo a concursar en un certamen de belleza. Siempre me han llamado la atención los brillos, el maquillaje, la moda, etc. Me hubiera gustado ser modelo de fotos para ropa pero antes los estereotipos eran muy cerrados, siempre buscaban una persona súper delgada como un ángel de Victoria's Secret y no buscaban mujeres reales y eso hacía que me diera roche salir. Ahora la mentalidad de la gente está cambiando, hay más diversidad y una necesidad de ver la ropa en cuerpos reales que me hizo ver que es bonito que te puedan ver a ti también, una persona real modelando, estando ahí como un ejemplo a seguir.
Sentí que era el momento de hacerlo después de todo lo que pasé este año. Mi familia cayó con COVID-19 en enero y a raíz de eso fallecieron mi mamá, cuñado y tío; mi papá estuvo en UCI 44 días igual que mi hermana. Además, soy mamá soltera y mi hijo es un niño prematuro. Entonces decidí también incursionar por ellos, para que vean que una mujer estando sola puede dar batalla, amarse y aceptarse como es. También quiero demostrarle a la generación de mi hijo que sí se puede vivir en un mundo sin estereotipos cuando tú te aceptas a ti mismo. Él es bebé, tiene un año y ocho meses pero yo sé que más adelante cuando pregunte qué hizo su mamá cuando estaba chiquito,- quizás busque en Internet y me encuentre-, vea que traté de cambiar la mentalidad de algunas personas con un pensamiento libre de estereotipo y lleno de amor propio y aceptación.
Creo que están en un buen camino, pero todavía faltan más mensajes claros que dar porque muchas personas siguen pensando que estos tipos de certámenes para gorditas u otros tipos de personas son una burla y no es así. Las personas se sienten bellas y desean competir para compartir su historia; quieren que escuchen sus mensajes y conozcan más sobre nuestra forma de pensar porque como te digo, nadie sabe lo que pasa a cada uno. Yo soy muy atacada en las redes sociales por mi vientre caído (producto de una cesárea de emergencia que hizo que se cayera su estómago), pero muy pocas personas saben por qué es así. Entonces, siempre he dicho y siempre voy a decirlo: no critiques un cuerpo ajeno o no critiques a una persona si tu no sabes su historia, no conoces cómo es, no conoces qué tan sensible puede ser con ese tema.
Estoy en mi proceso de aceptación: me acepto como soy, con mi barriga caída, con mis heridas...me acepto con todo lo que tengo, con todo lo que he pasado. Además, estoy en un proceso de mucho cuidado porque como te digo, a veces ser gordita no significa que no seas una persona saludable y ser flaquita tampoco significa que seas una persona sana. Ahora hago mucho baile para sentirme bien porque me desestresa, salgo con mis amigos y converso con ellos sobre estos temas que también les resulta interesante porque ven diferentes actitudes. Yo por ejemplo soy voluntaria, he formado jóvenes durante años y un mensaje que les dejé claro es el de amarse a ellos mismos, de aceptarse como son y de no criticar a las personas por cómo son físicamente.
Nadie está glamorizando nada. Hasta donde yo sé y de lo que entiendo, hay diferentes tipos de contexturas (delgada, media y gruesa), los metabolismos del cuerpo son diferentes y también es la psicología de cada uno. Yo diría que nadie fomenta nada porque no ponemos un cartel diciendo ‘soy obesa sé como yo’. Esa es la verdad. Simplemente fomentamos nuestro amor, pasión y mensaje, que es que las personas aprendan a aceptarse como son.
Los estereotipos ya pasaron de moda. Una debe aceptarse y amarse tal y como es porque de esta manera, podemos comenzar procesos muy hermosos como una vida saludable; no solamente en lo físico sino también en lo mental, que es lo primordial para nosotros. Si no tenemos paz mental y un amor por nosotros mismos, nadie nos lo va a dar. Lo importante aquí es que la sociedad sepa y se dé cuenta que los estereotipos ya no van. La estrella que vendía en Victoria’s Secret es un cuerpo que no todas tienen, porque todas somos diferentes. Al amarnos como somos, empezaremos procesos hermosos que nos permitirán tener paz y amor entre nosotros.