El modelaje puede ser una industria muy selectiva y llena de exigencias que no todos los que tienen el sueño de formar parte de ella logran alcanzar. Sin embargo, ese panorama está cambiando ya que cada vez vemos más personas que desafían diferentes estándares y demuestran que si uno trabaja en lo que se propone, puede llegar a conseguirlo.
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Este es el caso de Francesca Rausi, una niña maltesa de cuatro años que tiene síndrome de Down pero que no deja que su condición se interponga entre su más grande sueño: ser una supermodelo.
A su corta edad, Francesca participó en un certamen de modelaje y ganó el premio Top Model Junior, convirtiéndose en la primera niña con síndrome de Down en Malta en participar en una competencia. Después de eso, ha seguido acumulando galardones en su país como el Miss Junior Christmas, Little Cute Model, entre otros. Pero sin duda, lo más resaltante fue ver su seguridad sobre la pasarela y ver cómo sin saberlo, ayuda a demoler las barreras puestas hacia las personas con síndrome de Down.
De esta manera, vemos cómo cada vez la industria del modelaje (así como la moda y belleza) se flexibiliza más y empieza a diversificarse; primero con Ellie Goldestein para la campaña de Gucci Beauty y ahora con niñas como Francesa Rausi, que siguen abriendo camino para más modelos con síndrome de Down y otras discapacidades.